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jueves, 14 de noviembre de 2024

2:36 a.m.

EL DESVARÍO DE LUÍS BRITO GARCÍA: EL ILUSIONISMO PEQUEÑOBURGUÉS

 Armiche Padrón

Responsable de la Escuela de Cuadros 

del Comité Central "Olga Luzardo" del PCV,

13-11-2024.

Armiche Padrón

El hecho de que una pluma como la de LBG sea “acusada” de poseer un carácter pequeñoburgués, puede generar efectos insospechados entre sus pares y tantos que, sin quitarles la razón, lo consideran como una de las plumas más versátiles y sagaces de la Venezuela actual. Sin embargo, el origen de clase y la concepción de vida que poseemos los seres humanos, terminan definiendo nuestras posturas que en algunos casos, como en el artículo de LBG “Lula, servidor de dos patronos” (02-11-2024), terminan veladas por el pañuelo del ilusionismo con el cual, las formas etéreas en que se manifiesta la realidad, no corresponden con su esencia: algo así como cuando conocemos a alguien y su sonrisa nos cautiva, para luego saber de la naturaleza pérfida que lo define.


Sobre los BRICS, Lula y Nicolás nació un discurso oficial desde Miraflores, de seguro muy pronto dictaminado por el TSJ como verdad única e inapelable, que mantiene la tradición de no superar la gestión de las crisis sin apelar al enemigo  externo (llámese imperialismo, guerra económica, traidores, células terroristas, incluso iguanas…, o Lula), sin que medie, de alguna manera, rastros de una autocrítica que permita asumir de manera integral las situaciones. La soberbia, en este caso, define parte de la naturaleza de la dirección política incrustada en Miraflores.


Una de las dolencias actuales de la “opinión experta”, de la “reflexión profesional” y de la “opiniología” descansa en que se gestionan los análisis con base en el uso de conceptos abstractos a falta de fundamentación científica y argumentos abriendo trochas a la especulación subjetiva y que siempre recaen en los individuos, como si los fenómenos sociales dependiesen de una persona y no de las relaciones sociales que los germinan.


Hablar de Lula pasa por entender lo que es Brasil y sus particularidades con el resto de América Latina, y entender que hablamos de una sociedad con una de las burguesías autóctonas más avanzadas de la región (por ejemplo fueron los únicos que lograron avanzar en todo el continente más allá de las primeras fases de la industrialización auspiciada por las multinacionales y la CEPAL en el s.XX) y una de las pocas con un “proyecto nacional” sobre el cual llevan décadas trabajando. Plantear, en este contexto, que Lula llegó a la presidencia para contrarrestar o enfrentar al capitalismo no pasa de ser un desliz infantil con el cual se aspira a ver a los Correa, los Nicolás, las Christinas, los Evos como líderes revolucionarios y anticapitalistas, cuando la realidad demuestra que solo aparecen en la escena con la firme intención de gestionar, administrar, viabilizar, endulzar y profundizar el capitalismo en nuestra región. Apelando a la cita de Theotonio Dos Santos que emplea LBG; la misma sirve no solo para describir a Lula, sino a todos los gobiernos “progresistas” (socialdemócratas) de la región que no pasan de una estrategia de redistribución de las rentas, sobre los rieles de las políticas neoliberales que dominan en este ciclo del capitalismo. La gestión institucional de la administración pública de estos gobiernos progresistas posee el disfraz de la prédica socialista, pero apuntan en concreto a la restauración de pactos sociales que pretenden la conciliación de clases inspirados en un moribundo Estado de Bienestar socialdemócrata. ¿Su objetivo?: impedir que las masas trabajadoras de la ciudad y del campo asuman conscientemente su papel de liderazgo revolucionario y anticapitalista.


El problema de Venezuela es que desentona en los BRICS al mostrar su incapacidad para idear un plan de industrialización que soporte la línea estratégica de los BRICS; además es un país que promueve, en su carácter rentista-parasitario, la especulación financiera del $ como sustento del sistema, y con el cual los BRICS desarrollan un pulso también estratégico. Pero lo más importante, el Gobierno de Nicolás y de la burguesía que lo acompaña (Fedecamaras y Fedeindustria) han demostrado como conserjes de la administración pública ser unos ineptos, y bribones, incluso dentro de los parámetros de la moral liberal. Estos elementos permiten entender el porqué del veto, que debió ser consensuado, para impedir el ingreso de Venezuela, pero no el de una economía en peor estado (Cuba) o que arrastra problemas de legitimación más graves (Nicaragua).


LBG en su intento por caracterizar a Lula como un oportunista que juega entre los dos polos dominantes organizados del capitalismo (BRICS y G20), hizo el favor de describir el oportunismo de Nicolás Maduro, que permite a Chevrón el control de la industria petrolera y que pretende que Rusia y China alimenten con recursos sus necesidades de alimentar la economía ilegal con que se mantienen en el poder.


El ilusionismo de algunos intelectuales, de seguir viendo revolucionarios en gobiernos  de mediocre tino socialdemócrata, los lleva por el camino de la incomprensión de lo que sucede en la realidad concreta.


lunes, 26 de agosto de 2024

8:23 p.m.

El palurdo anti-imperialismo madurista

 Armiche Padrón

Responsable de la Escuela de Cuadros 

del Comité Central "Olga Luzardo" del PCV,

24-8-2024
Nicolás Maduro proscribió al PCV en 2023.

El clímax desatado por las pasadas elecciones venezolanas en el seno de la izquierda, y las muestras de solidaridad automáticas e inescrupulosas (preñadas por la ausencia de un análisis riguroso, no digamos marxista) de las direcciones, incluso de partidos comunistas, redundan en al menos tres coincidencias: primero el carácter anti-imperialista del Psuv, en segundo lugar en la supuesta contradicción soberanía nacional-imperialismo; y en tercer lugar, algunos que otros buscando cómo hacerse con parte de la renta nacional que el Estado (burgués) venezolano administra con el cual se puede viajar a Caracas y tener estadía en hoteles de 5 estrellas (gastos incluidos). El resultado final gestó la reunión de una fauna variopinta capaz de lograr coincidir en un mismo escenario a trorskistas con seguidores de Kim Il Sung, a socialdemócratas con marxistas, y la presencia de feministas y accionistas del movimiento LGTBI al lado de pro-Ayatholas.

Hemos insistido en que la ausencia del análisis de clases, tan de moda desde la década del 60 del siglo pasado y hoy canonizado por el posmodernismo y sus teorías bastardas de corte regional, aunado a la moda de concepciones idealistas, traen como consecuencia obligada, quedar atrapados por la mitología política tan propia del Caribe. Si a ello sumamos cambiar el internacionalismo proletario por la solidaridad automática con los Estados burgueses, dirigidos por una pequeñaburguesía devenida en lumpemburguesía, el escenario de los encuentros “dispares” en los bares de los hoteles es un hecho evidente.

Un autor muy solicitado por parte del progretariado actual y por los revisionistas de siempre es el camarada José Carlos Mariátegui. Suerte de líder espiritual de los “antidogmáticos”, de los decoloniales y el resto de la jauría oportunista, la cual solo atienden a citar su famosa frase de que el socialismo no debería ser «ni copia ni calco sino creación heroica» (como que ese principio no hubiese sido asentado por Marx y Engels, corroborado por Lenin, y aplicado por miles de dirigentes comunistas). Pero empleemos al c. Mariátegui para evaluar el antimperialismo latinoamericano en general y el madurista en particular, con base en un texto de 95 años de existencia, como prueba de su vigencia y de la existencia de fenómenos que no dependen de las subjetividades, mucho menos de su fetichización.

En dicho trabajo se evalúa las posturas de Haya de la Torre y el Apra peruano en torno al imperialismo, en perspectiva marxista; y se define la naturaleza y el carácter del anti-imperialismo latinoamericano sin caer en el cálculo político del oportunismo o el pragmatismo (a veces monetario) de la ignorancia y la traición.

El primer elemento que considera Mariátegui en su texto Punto de Vista Anti-imperialista es el de las “condiciones materiales” de nuestras sociedades. No parte, a desmedro de los revisionistas, de los discursos o de posturas moralistas. Mantiene el principio marxista alcanzado por Marx en 1859 de que el ser social determina la conciencia social y no al contrario.

Con esta fundamentación se interpreta el carácter semicolonial de nuestros países, y Venezuela hoy en día no es la excepción cuando vemos el papel de la transnacional petrolera Chevron y su participación directa en la industria petrolera nacional. Esta condición semicolonial garantiza la penetración permanente del imperialismo (más aún en tiempos de la llamada globalización) en nuestras sociedades sin necesidad de la presencia militar. Este elemento permite comprender la nula predisposición, tanto del Estado como de la burguesía, por “admitir la tarea de luchar por la segunda independencia” (lucha antimperialista); simple y llanamente las llamadas burguesías nacionales en realidad no pasan de ser burguesías autóctonas (como bien definió Ernesto Che Guevara), transnacionalizadas y despreocupadas por la soberanía nacional (por mayores niveles de autonomía nacional) que, para ellas, no es rentable. Si a ello le añadimos la particularidad de la sociedad venezolana, dependiente en extremo de la renta petrolera (actividad económica que se realiza en el exterior, de manera independiente a las características que asume la productividad nacional) y que condiciona tanto a la burguesía autóctona (quien domina la estructura del Estado) como a capas de la pequeñaburguesía que desde mediados del S. XX (bien como Fuerza Armada, bien como partidos policlasistas) se les encargó la administración de dicho Estado, es fácil entender la indisposición de una y otra por la defensa de la soberanía nacional, incluso a su identificación sincera, con la solidaridad hacia las masas trabajadoras.

Mariátegui concluía, a partir de estos elementos concretos, que “el factor nacionalista (…) no es decisivo ni fundamental en la lucha anti-imperialista en nuestro medio”. A contrapelo de lo que puede presumirse de no pocas notas de solidaridad con la “victoria” de Maduro (a esta hora de los días ilegítima y con profundos visos de ilegitimidad crecientes), es que muchos ven en esta victoria anti-imperialista un avance, cuando en verdad profundizan irresponsablemente una mayor derrota para los sectores realmente anti-imperialistas. Cita el mismo Mariátegui la tesis aprista: “somos de izquierda (socialistas) porque somos anti-imperialistas” y continúa, en lo que para nosotros es la descripción perfecta del madurismo…, “El anti-imperialismo resulta así elevado a la categoría de un programa, de una actitud política, de un movimiento que se basta a sí mismo y que conduce, espontáneamente, no sabemos en virtud de qué proceso, al socialismo”. Es a un proceso de igual naturaleza y características que algunos izquierdistas y comunistas defienden con sus insípidas declaraciones de solidaridad. Proceso en el cual existe una “superestimación del movimiento anti-imperialista, a la exageración del mito de la lucha por la “segunda independencia”, al romanticismo que estamos viviendo”.

La ausencia de un análisis de clases, científico, impide advertir que lo que nació como una revolución democrático-burguesa con visos de poder transitar a formas de socialismo más acabadas, iniciada por Chávez, caducó. Murió desde el momento en que fue incapaz de batirse a duelo con las condiciones materiales de existencia; falleció desde el momento en que aunque fue capaz en su primera década de movilizar a las masas obreras y campesinas, incluso a sectores nacionalistas de la burguesía y la pequeña burguesía, no entendió que a pesar de ello no se alteraban los antagonismos de clases. El madurismo es, simplemente, el ciclo post “revolución bolivariana”. Asume el discurso anti-imperialista pero los sujetos que lo exclaman (la burguesía autóctona, parasitaria y capas de la pequeña burguesía; ambas lumpenizadas al calor del rentismo) desde el poder no pueden, están negados a desarrollar una política anti-impeialista más allá de un discurso que se contradice con las políticas económicas de alianza con la oligarquía financiera internacional (caso del vínculo con Rothschild y su vinculación directa al Banco Central de Venezuela), de articulación plena como las transnacionales (si no basta con Chevron, hablemos de la sionista Nestlé).

El madurismo, al igual que el aprismo analizado por Mariátegui ”no parece haber obtenido en ninguna parte de América Latina mayores resultados. Sus prédicas confusionistas y mesiánicas, que aunque pretenden situarse en el plano de la lucha económica [solo buscan] impresionar a la pequeña burguesía intelectual”. Históricamente, Mariátegui lo plantea y todo el siglo XX lo reafirmó. El populismo latinoamericano (entendido este no en perspectiva moralista, sino como expresión de la radicalización de capas pequeñas burguesas y su búsqueda por ser parte de la dirección política en las sociedades semicoloniales) siempre ha derivado en tendencias reaccionarias. Pensemos en el APRA peruano, en el PRI mexicano, en la AD venezolana… (en el PSUV) como expresiones que en el tiempo no pasan de ser expresiones populistas pequeñoburguesas al servicio del gran capital, fundamentadas en el caudillismo místico decimonónico.

La pequeña burguesía puede, por momentos, arroparse en el nacionalismo revolucionario. Puede incluso asumir posiciones anarcoides y desear desatar el fuego más inclemente. Sin embargo, por naturaleza, se resiste a la proletarización. Le teme en el fondo porque así se socializó, así fue educada. Y esa pequeña burguesía, cuando deviene en factor de poder, sobre todo en una sociedad rentista como la venezolana, no duda en explorar las mejores condiciones que le otorga la “inversión extranjera”, asume retos para acelerar procesos de acumulación (legales o no) que la distancien de esa posibilidad de proletarización. Deviene, al final, en grupos mafiosos articulados con las fracciones principales de la burguesía autóctona, aquellas mejor articuladas con las transnacionales imperialistas, y solo les queda mantener un discurso radical, anti-imperialista sin contenido ni, mucho menos, estrategia de clase.

Solamente el anti-imperialismo funciona desde la concepción científica y materialista, desde  la postura marxistas, en razón de oponerse al capitalismo. Que no quepa duda de la posición de los comunistas venezolanos a pesar de los aires de algunos hermanos. El tiempo es inexorable. La historia no solo absuelve, también condena. Nuestra postura de denuncia contra el bonapartismo desatado en Venezuela no parte de subjetividades, de pragmatismo, mucho menos de posturas oportunistas. Deviene al calor de la lucha de clases, se concreta en el análisis materialista de las clases y sus desplazamientos, se asume colectivamente. Pero sobre todo, se sitúa al lado de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo.         


     

viernes, 5 de abril de 2024

5:29 a.m.

¡CAMARADA JAVIER PETRUCCI... PRESENTE AHORA Y SIEMPRE!

PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUEL
Comité Regional - Sucre
Cumaná, 5-4-24


El Comité Regional del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en el Estado Sucre, cumple con informarle a la colectividad, en general, que el viernes 5 de abril del corriente falleció en esta ciudad el Camarada Javier Petrucci, consecuente y destacado militante comunista.


Desde el Comité Regional, y en nombre de los organismos de dirección locales y celulares del Partido Comunista en la entidad sucrense, le hacemos llegar nuestras más sentidas palabras de condolencia, solidaridad y deseos de fortaleza a todos sus familiares y amigos más cercanos, en particular a su esposa, Oglymar Farias.

 


¡"LOS QUE MUEREN POR LA VIDA, NO PUEDEN LLAMARSE MUERTOS"!

¡CAMARADA JAVIER PETRUCCI... PRESENTE AHORA Y SIEMPRE!


 

viernes, 9 de febrero de 2024

9:19 a.m.

MADURO: ¿continuidad o traición?

Armiche Padrón

Responsable de la Escuela de Cuadros 

del Comité Central "Olga Luzardo" del PCV,

9-2-2024.


Armiche Padrón.
Elemento básico en el análisis marxista de los fenómenos es comprenderlos en su movimiento de manera integral, y en la atención directa a las contradicciones internas y externas a las que se ve sometidos. Pero no basta con esto. Situar al fenómeno, si a un fenómeno social nos referimos, pasa de manera obligada por situarlo en el escenario dialéctico de la lucha de clases como piso determinante que lo define en su desarrollo histórico. 

 

Por tanto, poco importa al análisis marxista los valores, creencias o miserias; las corazonadas o expectativas que poseamos con respecto a los fenómenos. En tanto elementos de la realidad objetiva, los mismos poseen una cualidad extraña a lo que podamos pensar de ellos. 

 

El caso del autodenominado “chavismo” (y el resto de las variantes “progres” o “woke” existentes en la actualidad), por tanto, no puede ser estudiado desde las simpatías o rabias, sino en razón de los fundamentos ya esbozados, so pena de desarrollar opiniones de tipo oportunista, bien de derecha o de izquierda.

 

Al igual que el “peronismo”, no podemos dejar de comprender la emergencia de estos fenómenos en Latinoamérica sin atender que los ciclos de la reproducción ampliada del capital, con sus altos y bajos, que llegan a conformar escenarios en los que los sectores medios y pequeña burguesía se encuentran con condiciones objetivas y subjetivas en las que el desarrollo capitalista les impone insurgir en la escena política, de formas tales, que les llevan a liderar procesos que se presentan, en las primeras de cambio como novedosos y potentemente revolucionarios. Nada nuevo. 

 

Ya Marx y Engels (1850) analizaban el policlasismo alemán y el liderazgo de la pequeña burguesía subrayando su heterogeneidad (presencia de sectores progresistas de la gran burguesía y tendencias políticas en el seno de la pequeña burguesía) y remataban su análisis al Comité Central de la Liga de los Comunistas alertando, «la pequeñaburguesía democrática tiende a un cambio del orden social que pueda hacer su vida en la sociedad actual lo más llevadera y confortable».

 

Como vemos, la naturaleza y desarrollo de las pequeñasburguesías liderando procesos sociopolíticos no están circunscritas ni al espacio ni al tiempo, como pretenden los posmodernistas; aquellas vienen dadas, sí, a partir de cómo el modo de producción capitalista se desarrolla, domina y se articula con otros modos de producción en el marco de una formación económico social dada.

 

En el caso venezolano, el papel de las Fuerzas Armada, en tanto expresión mayoritaria de las pequeñaburguesía y capas medias que la conforman y dan rostro a su oficialidad, podemos encontrar elementos constitutivos de su protagonismo político desde los albores mismos del S. XX. 

 

Otro elemento a considerar, más contemporáneo, es la penetración alcanzada por sectores “utraizquierdistas” (oportunismo de izquierda) con fuertes dosis de espiritualismo filosófico-místico que marcan en su origen al liderazgo principal del chavismo, y que a partir de esa espiritualidad, se articulan de manera importante con expresamente religiosos. 

 

Otro elemento a tener en cuenta está en la tradición latifundista, originada en las decimonónicas, cuando el Ejército Libertador otorgaba tierras conquistadas a sus soldados como forma de pago por los servicios, que derivó en un proceso de concentración de tierras en la alta oficialidad de la institución, en desmedro de la soldadesca apuntalando el fenómeno del caudillismo y las dos formas de producción preponderantes en el agro venezolano (el latifundio y el conuco); y que aún hoy en día pervive bajo la identidad General-hacienda.

 

Pensar que la pequeñaburguesía que inicia el proceso político venezolano en el ocaso del S. XX es homogénea (en términos de intereses materiales, de naturaleza social y de visión ideológica); pensar que la alianza que está conformó con la presencia de lo que Marx denominó «gran burguesía progresista» también refería a un sujeto homogéneo, no puede considerarse más que un torpe esfuerzo mecanicista en el orden teórico, con consecuencias políticas reaccionarias en el seno del proletariado.

 

Al partir de la realidad concreta es bueno recordar a Lenin: «… un país [con] enorme predominio del elemento pequeñoburgués y la ruina, la depauperación (…) engendra vacilaciones particularmente acusadas en los ánimos de las masas pequeñoburguesas y semiproletarias. Estas vacilaciones llevan unas veces a estas masas hacia el fortalecimiento de la alianza con el proletariado y otras hacia la restauración burguesa» (Lenin, 1921, Sobre la desviación sindicalista y anarquista en nuestro Partido). 

 

El hecho de que el chavismo no rompiese con el sistema de producción, ni dominación burguesa, no exime, obliga, por el contrario, a entender los tonos grises de su recorrido histórico, para darnos cuenta de que a partir del 2013 esas vacilaciones en el seno de la pequeña burguesía dirigente del chavismo se enrumbaron hacia el retorno a la restauración del proyecto originario burgués venezolano, que se intenta implementar desde la década de los 80. 

 

Al ensayo primario de conducir la economía en tiempos de Chávez bajo la inspiración keynesiana, lo que implicaba una distribución de la Renta Petrolera más socializada (sin que ello significase desatender el parasitismo tradicional burgués), se le terminó por imponer, en el periodo madurista, una visión antagónica (en el seno de las visiones liberales de la economía) marcada por los dogmas monetaristas.

 

Para el marxismo, este cambio de “ánimo” lejos de circunscribirse a la interpretación psicologista, expresa los movimientos que se generan en el marco de la producción social y las necesidades de ajustar las alianzas sociales para mantener con vida la reproducción ampliada del capital. 

 

Estos sectores, las capas medias y pequeña burguesía, otrora radicalizados y cercanos al movimiento obrero, de manera progresiva se vienen transformando en grupos con una alta concentración de capital devenida, de manera principal, del proceso de corrupción socializado  en nuestro país y que trata de ser velado bajo las condiciones de “guerra”, de “bloqueo”, de “asedio” (cuestionables en la medida que no son el único ingrediente de la crisis que vive la sociedad venezolana); que de manera directa ingresa en los mecanismos financieros que la oligarquía parasitaria dispone para compartir ese botín. 

 

Ello nos recuerda la caracterización dada por Engels «… la riqueza ejerce su poder indirectamente, pero de un modo tanto más seguro», mediante la «… corrupción directa de los funcionarios» y en segundo lugar gracias a la «alianza del gobierno con la Bolsa» (Engels, 1884; El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado).

 

En términos concretos, el período madurista puede explicarse como el momento en el que la pequeñaburguesía rearma su alianza y coloca en la vanguardia a las fracciones tradicionales del bloque en el poder que durante el periodo de Chávez habían sido “golpeadas” en el seno de la alianza, pero que ahora pasaban a dominar la misma a cambio de que la pequeñaburguesía mantenga la dirección del proceso. 

 

La burguesía comercial-importadora y la burguesía financiera, pasan de nuevo a poseer un carácter preponderante en el seno del bloque en el poder y obliga a la pequeñaburguesía a celebrar ajustes en el sistema de dominación (desmontaje acelerado de la plataforma jurídica, social, económica y política progresista alcanzada en los primeros años del chavismo) que le permitan a estas fracciones garantizarse los beneficios en un momento complejo de las contradicciones intercapitalistas e interimperialistas a nivel mundial.

 

Plantearse una continuidad, una homogeneidad del proceso político progresista venezolano, no pasa de ser una infantilada propia del pensamiento visceral. La concepción marxista-leninista de la acción revolucionaria obliga a develar los fantasmas con los que la realidad se presenta, para hurgar en la esencia de los fenómenos. Sólo de esta manera se le podrá anunciar al proletariado la alternativa real a los programas fantasiosos de la socialdemocracia que aún son incapaces de superar las ideas primigenias de Bernstein y Kautsky. 

 

El uso de epítetos en el análisis político pueden dejarse pasar cuando llevan una intencionalidad agitativa, por tanto, organizativa, pero con la claridad que pueden conducir a un accionar errado. La claridad del diagnóstico es la base para organizar la acción revolucionaria correcta. Confundir el cáncer con el virus de la gripe demuestra que entendemos que existe una enfermedad, pero a la hora de tratarla, el paciente sufrirá las consecuencias de nuestro error.

 

El madurismo, en tanto expresión de un nuevo cuadro de alianzas que resucitan el bloque en el poder que agonizaba en el último mandato de Rafael Caldera, representa una traición, no al proletariado revolucionario, mucho menos al marxismo-leninismo. El madurismo representa una traición a los intereses materiales y a la visión pequeñoburguesa radicalizada de fines del S. XX de «hacer su vida en la sociedad actual lo más llevadera y confortable» en su intento de superar la crisis orgánica que vivía (vive) la sociedad venezolana. 

 

Pequeños sectores lograron un proceso de acumulación ilegítimo que los deslindo del resto y viene de manera progresiva, alimentando su autoridad a partir del ideario de que sus programas fantasiosos unirían la sociedad venezolana en torno a idearios identitarios, religiosos y de valores tradicionales burgueses.

 

El problema político concreto es cómo aprovechar las contradicciones generadas por ese replanteamiento de la alianza de clases surgida en el bloque en el poder en favor del proletariado, cómo este plantea un programa que exprese los intereses de las masas que ahora se ven (o siempre han estado) fuera de las intenciones políticas de quien está o acceda al poder. El problema político concreto se encuentra en cómo atraer (no cómo alejar) a la mayoría de las masas trabajadoras.

sábado, 23 de diciembre de 2023

5:49 p.m.

Kissinger y el sanguinario arte de la diplomacia

 Alfredo Ponce,
Miembro del Comité Central del PCV.


Pinochet y Kissinger.

               Henry Kissinger ha muerto el pasado 29 de noviembre a la edad de 100 años y es imposible pasar por alto su sangrienta participación en numerosos episodios que marcaron el siglo XX; aún más cuando en las últimas décadas se han hecho públicos numerosos documentos que arrojan luces sobre el criminal historial del Secretario de Estado de Richard Nixon.

 

            Entre los archivos desclasificados destaca el dossier de miles de páginas de National Security Archive, una organización sin ánimos de lucro que ha puesto a disposición del público transcripciones de conversaciones telefónicas secretas del diplomático estadounidense sobre bombardeos secretos, invasiones, golpes de Estado, espionaje y operaciones de guerra sucia en distintas latitudes.

 

            El historiador Greg Grandin estima que las acciones de Kissinger entre 1969 y 1976 provocaron la muerte de casi 4 millones de personas. Estuvo vinculado a los bombardeos sobre Camboya del 69; la invasión de Indonesia a Timor Oriental en 1975 y la masacre de tres millones de bangladesíes a manos del ejército paquistaní en 1971. En aquella época, Estados Unidos empujó a Pakistán a tomar represalias contra los bengalíes que exigían su independencia y que eran respaldados por India y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

 

            Kissinger fue el arquitecto del golpe fascista en Chile. En 1970, Salvador Allende ganó las elecciones en este país, exigiendo que Estados Unidos compensara los daños causados por la explotación de los recursos naturales por parte de las corporaciones estadounidenses. Kissinger tomó los acontecimientos de Chile como un desafío personal. El día después de las elecciones, ordenó a la CIA que desarrollara un plan para derrocar a Allende. El presidente Allende murió junto con 3.200 chilenos. El país quedó a disposición de las corporaciones y los bancos transnacionales. A las empresas se les permitió sacar el 100 por ciento de sus ingresos del país.

 

            Participó en el escándalo de las escuchas telefónicas del Watergate en la sede del Partido Demócrata. Kissinger padecía un miedo paranoico a las filtraciones de información no autorizadas, por lo que ordenó al FBI que espiara a sus empleados y periodistas. No creía en la sinceridad de quienes le aseguraban su devoción.

 

            Durante la guerra con Vietnam, Kissinger, hizo todo lo posible para retrasar las negociaciones con Hanói. Se suponía que la guerra de Vietnam no terminaría hasta que Nixon asumiera el cargo. Quería concluir un acuerdo de paz y pasar a la historia como un pacificador. Toda esta artimaña le hizo “merecedor” del premio Nobel.

 

            Kissinger era un enérgico operador de la Guerra Fría. Creó las bases para una confrontación con Rusia que asegurara el dominio geopolítico de Estados Unidos. Cualquier medio era adecuado para ello. Fue con la intención de bloquear a la URSS que Nixon y Kissinger implementaron la “apertura” a China.

 

            Hoy en día, los crímenes de Kissinger se anuncian como logros: se le celebró bombardear a Vietnam del Norte para –paradójicamente– lograr un acuerdo de paz. El terror de Pinochet fue justificado como un «mal necesario» para detener el avance del comunismo en América Latina. Y los millones de asesinados en Bangladesh se calificaron simplemente como «acontecimientos trágicos».

 

    La «diplomacia» de Kissinger no sólo marcó el siglo XX, sino que aún permanece vigente en la política exterior del país norteamericano. Desde entonces, Estados Unidos ha bombardeado periódicamente países a los que ni siquiera le han declarado la guerra. Después del ataque en Nueva York en 2001, a lo largo de 20 años, cuatro presidentes estadounidenses bombardearon Pakistán, Yemen, Somalia, Libia, Siria y otros países.

 

            Este criminal de guerra a dejando una estela de impunidad. Su legado deja un sombrío recordatorio de los sacrificios humanos en nombre de la supuesta defensa de la «libertad» que se atribuyen las potencias imperialistas. ¡Ni perdón, ni olvido!

 

lunes, 18 de diciembre de 2023

6:40 a.m.

Eliécer Ramón Martínez ¡Una vida de lucha y compromiso comunista!

Eliécer Martínez.
Eliécer Ramón Martínez nació el 3 de abril de 1930 en Carúpano, en una familia de origen humilde. Su padre, obrero de la Creole Petroleum Corporation en Caripito, y su madre, una hábil tejedora de alpargatas, le dieron la base de una infancia marcada por las luchas obreras. De cinco hermanos, dos fallecieron a temprana edad, quedando Eliécer junto a tres hermanos.

 

Eliécer desempeñó diferentes profesiones; sus primeros estudios de primaria fue en el Pedro Elias Aristeguieta, hasta 4.º grado, y culminó sus estudios de primaria en el colegio República de Haití, 5 y 6 grados. Su maestro de 6.º grado fue Carmelo Ríos, quien fuera gobernador del estado Sucre, y militante de URD.

 

Con aspiraciones de estudiar radiotelegrafía, Eliécer se trasladó a Caracas, aunque no pudo concretar este objetivo. Trabajó en el Correo de Venezuela de 1947 a 1949 y luego en la zapatería Muller en Catia. A los 18 años, conoció al dirigente sindical Antonio Moya, quien hacía un trabajo de sindicalización y captación para el PCV, Eliécer ingresó a la JCV en la Av. México, marcando el inicio de su militancia comunista.

 

Regresó a Carúpano y se sumó a la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez junto a dirigentes como Elías Angulo y Toño Rondón. Representando al PCV en la clandestinidad, distribuyeron panfletos contra la dictadura utilizando una camioneta de la zapatería Margot, donde Eliécer trabajaba como cortador de calzado.

 

En 1954, se trasladó a Anaco en búsqueda de empleo en las compañías petroleras. En Mene Grande Oil Company, se involucró en luchas clandestinas junto a otros dirigentes, entre ellos, recuerda haber trabajado con Gómez Astudillo, y un dirigente petrolero de apellido Guerra.

 

En ese período, estableció conexiones con camaradas destacados, entre ellos Aníbal Rodríguez, Reimundo Hernández y Pedro Ruiz. Juntos, formaron una célula, dedicándose a labores clandestinas durante esos años. Eloy Torres, dirigente del PCV encargado de supervisar la región en esa época, operaba bajo el seudónimo de Carlos Joras, llevando consigo información vital para la causa. Sin embargo, Torres abandonó el PCV en un acto bochornoso.

 

Trabajó en la Mene Grande Oil Company hasta 1962, cuando Rómulo Betancourt inició la persecución contra los dirigentes comunistas, obligándolo a dejar la compañía. Se trasladó a la ciudad de Carúpano, donde se unió a la lucha armada. En esa fase inicial, desempeñó un papel activo en la UTC en la zona de Paria, bajo la dirección de Valverde de la JCV de Barcelona. Durante este tiempo, colaboró estrechamente con un camarada conocido por el seudónimo de Santos, quien más tarde se dirigió a Tucupita, perdiéndose su rastro, según Eliécer.

 

Eliécer se vio obligado a huir a varios estados del país debido al decreto que buscaba segregar a los dirigentes del PCV. Dondequiera que llegara, prestaba sus servicios al PCV de manera clandestina. En Carúpano, formó parte de la UTC junto a Pedro Toledo, Rondón "Manilla", Dominguito "Cabui", Salvador Castelín y Cesar Burguillos. Estos dos últimos fueron detenidos y posteriormente asesinados por la policía de AD.

 

Eliécer se salvó de ser detenido porque huyó a tiempo. Antes de su escape, intentó llevarse a Castelín, pero este dejó su cédula en otro vehículo, lo que impidió que saliera con Eliécer y optó por ir a otro lugar.

 

A Puerto Ordaz se trasladó Eliécer para trabajar como obrero al volante, iniciando así su militancia comunista en ese estado. Destacó como dirigente del transporte en esa región y también se convirtió en un destacado líder del PCV en Bolívar.

 

Se encuentran, de derecha a izquierda, los Camaradas Gilberto Silva, Tomás Torres, Antonio Martínez y Eliécer Martínez, en el acto por el 78 aniversario del PCV en Cumaná.
 

En 2008, regresó a Cumaná, continuando su militancia en el PCV Sucre. A los 93 años, seguía siendo una voz activa en defensa de los trabajadores y del Partido, participando en programas radiales como Primogénita y Radio Nacional. 

 

Eliécer Martínez, hasta sus últimos días, no pudo evitar comentar sobre la decisión de la cúpula del Gobierno-Psuv, expresada en la sentencia n.º 1160 del TSJ. En sus palabras, recordó a los traidores como aquellos que "aprovecharon los curules que les ofreció el gobierno y quienes me contaron que abandonaron sus responsabilidades en el partido al que hoy ofenden con esta declaración (…) siempre se les vio el bojote (…) que ni formación ideológica tienen… quédense en las filas del Psuv".

 

Eliécer Martínez fue claro en su posición de defender y mantenerse en las filas del Partido Comunista. yo, además de crítico, soy autocrítico… mi Partido jamás lo abandonaré por nada. El partido forma parte de mi vida, y lo seguirá formando hasta que tenga vida.”

 

El 20 de noviembre de 2023, Eliécer Martínez falleció, cumpliendo su promesa de permanecer leal al Partido Comunista hasta el último aliento. Su legado es un ejemplo de firmeza y convicción en la lucha por los derechos de la clase obrera. Como solía firmar en sus artículos: un “sobreviviente de los años sesenta”. 

 

¡NI UN MINUTO DE SILENCIO... TODA UNA VIDA DE COMBATE!

 

viernes, 11 de agosto de 2023

5:48 a.m.

Comunicado del Comité Regional "Antonio Martínez" del PCV en el estado Sucre en rechazo al montaje del Gobierno para proyectar falso apoyo a su política neoliberal

 

PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA (PCV)
ESTADO SUCRE
COMITÉ REGIONAL "ANTONIO MARTÍNEZ"

 

Dirección regional del PCV electa en el XVI Congreso.

El Comité Regional "Antonio Martínez" del Partido Comunista de Venezuela (PCV), emite el presente comunicado para expresar nuestro más enérgico rechazo contra el montaje perpetrado en el estado Sucre por algunos elementos al servicio de la cúpula del Psuv, ello en complicidad y con el respaldo de altos funcionarios del gobierno-Psuv como Diosdado Cabello, Jesús Germán Faría Tortosa y el alcalde de Cumaná, Luis Sifontes. Este acto mañoso y engañoso tiene como objetivo presentar un falso respaldo del PCV a la política antiobrera, antipopular y neoliberal, del actual gobierno mientras, cual “Guaidós” con camisa roja y convicción adeca, intentan apoderarse de la dirección del PCV, autoproclamándose como los dirigentes legítimos de este partido a todos los niveles orgánicos posibles.

 

Desde el pasado 4 de febrero, hemos estado atentos y vigilantes ante la nueva fase de ataques dirigida desde el gobierno y el Psuv contra nuestra dirección orgánica partidista. En un audio filtrado y publicado en meses recientes, el diputado Faría Tortosa admitió la formación de un grupo de mercenarios destinados a fomentar planes de asalto contra nuestras direcciones nacional, regionales, locales y celulares. Denunciamos, de forma enérgica, estas prácticas antidemocráticas y contrarias a los principios de la verdadera lucha popular.

 


Queremos dejar claro que estos individuos no representan los principios, valores y objetivos del PCV en Venezuela ni en el estado Sucre. Por sus decisiones, prácticas y propia voluntad se han separado de la militancia en el PCV. Algunos de quienes aparecen en la foto de la infamia, fueron parte del PCV, pero para la fecha del XVI Congreso ya se habían separado de la organización; unos pocos se recensaron de cara al proceso congresual y ninguno cuestionó ni su dinámica ni sus legítimos resultados, mientras que un grupúsculo que encabeza ese bando, con claras ansias interventoras y de asalto al PCV, cedió ante el soborno y la corrupción ocupando cargos de confianza en el gobierno local, contrariando la línea política del PCV desde el año 2019, colocándose al margen del Partido Comunista de Venezuela. Son una manifestación de la traición política, el oportunismo e intervencionismo gobierno-Psuv contra el PCV, lo que rechazamos de forma vehemente como forma de hacer política.

 

El Psuv está intentando usurpar la voz y la tarjeta del PCV para respaldar sus propias aspiraciones en las próximas elecciones presidenciales. ESO SE CONOCE Y HA SIDO DENUNCIADO DENTRO Y FUERA DEL PAÍS, lo que no es más que un intento de cooptar y neutralizar a la verdadera alternativa revolucionaria en Venezuela, una alternativa que se distingue de las políticas antiobreras y neoliberales que lideran tanto el gobierno como la oposición de derecha.

 

El pueblo del estado Sucre y de toda Venezuela sabe dónde se encuentra el auténtico compromiso revolucionario del PCV. Seguiremos firmes, arraigados en las luchas de los trabajadores y trabajadoras que día a día defienden sus derechos y pugnan por salarios dignos y un futuro próspero. Las masas trabajadoras nos inspiran a seguir adelante en nuestra lucha de clases.

 

Dejamos constancia de que el PCV no se rendirá ni venderá. Nuestra lealtad es hacia la clase obrera, el campesinado, las comunidades pesqueras e indígenas y el pueblo trabajador sucrense, en lucha por la construcción de un país justo y solidario, sin explotados ni explotadores. Exigimos a la cúpula del Psuv y al gobierno de Nicolás Maduro, respeto y reconocimiento de los derechos políticos del PCV, a nuestra autonomía e independencia ideológica, política, programática y orgánica. Rechazamos todas las maniobras mercenarias y mafiosas

 

Seguimos firmes en nuestro compromiso con la transformación revolucionaria y la defensa de los intereses de las y los trabajadores. El pueblo sucrense y venezolano puede estar seguro de que el PCV está de su lado y no descansará hasta alcanzar un futuro democrático de verdad, sin traiciones ni traidores.

 

¡Seguimos dando la cara!

¡Al Partido Comunista no lo destruye nadie!

 

Por el Comité Regional del PCV-Sucre:

 

Francisco Toledo (Presidente del PCV-Sucre)

Luis Eurresta (Secretario Político)

Javier Petrucci (Secretario de Organización)

Armiche Padrón (Secretario de Ideología)

Alfredo Ponce (Secretario de Agitación y Propaganda)

Pablo Limache (Secretario de Finanzas)

Raudin Rivero (Secretario Sindical y de masas)

Álvaro Rosario (Responsable de la Escuela Regional de Cuadros)

Kelvin Zambrano

Richard Gil

Eliezer Ponce (Secretario Político JCV-Sucre)

 

miércoles, 2 de agosto de 2023

3:07 p.m.

COMUNICADO DEL VIII PLENO DEL COMITÉ REGIONAL DEL ESTADO SUCRE DEL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA (PCV)

 

 PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA (PCV)
ESTADO SUCRE
COMITÉ REGIONAL "ANTONIO «MOSCA» MARTÍNEZ"

 

¡Al PCV no lo destruye nadie!

La dirección regional del PCV-Sucre, como expresión legítima, orgánica, política e ideológica del proceso congresual (XVI Congreso) desarrolla, fortalece y profundiza la línea de defensa del Partido, movilizando el activo de organismos, militantes, afiliados y amigos en el necesario proceso de acumulación de fuerzas que nos permita, en su momento, la ofensiva necesaria.

 

Los nuevos intentos del grupo de mercenarios destinados a “captar” cuadros de organismos de dirección, han encontrado en los comunistas sucrenses un muro que expresa la fortaleza moral, ideológica y política de un Partido que posee más de nueve décadas sembrado de forma orgánica en las masas trabajadoras sucrenses.

 

La dirección regional del PCV-Sucre, consciente del momento histórico y político, acelera y mejora los mecanismos de comunicación para garantizar a plenitud el ejercicio del principio de organización del centralismo democrático basado en la disciplina consciente y voluntaria.

 

El CR-Sucre hace reconocimiento público a la posición reiterada de sus mejores hombres y mujeres de rechazar la traición, el oportunismo y la corrupción como forma de hacer política.

 

A pocos días de que los comunistas venezolanos conmemoremos el 86 aniversario de la I Conferencia Nacional del Partido, donde el estado Sucre estuvo presente, la conducta de la militancia, la unidad orgánica y política de sus organismos de base y dirección, además de la disposición al combate final, nos permite exclamar que ¡El PCV en Sucre, orgulloso de su pasado, transita hacia un futuro digno!

 

Las intenciones del lumpem-político y de sus patrones socialdemócratas, que pretende asaltar al PCV bajo la complacencia de FEDECÁMARAS y el Imperialismo, serán enfrentadas y derrotadas una por una con la unidad y disciplina proletarias de los comunistas sucrenses, y el apoyo de las masas trabajadoras que día a día nos animan a seguir en la lucha de clases y popular que históricamente hemos desarrollado.

 

¡AMPLIA UNIDAD DE ACCIÓN DE LA CLASE OBRERA Y DEL PUEBLO TRABAJADOR PARA DERROTAR LA POLÍTICA NEOLIBERAL!


COMITÉ CENTRAL... ¡ORDENE!