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miércoles, 19 de enero de 2022

El "detalle" de Clodovaldo

Clodovaldo Hernández
laiguana.tv
Enero de 2022. 

 [En su acostumbrado artículo de opinión dominical, titulado "Revocatorio con tropas comunistas rusas: Imaginación opositora se atolondra de nuevo", el periodista Clodovaldo Hernández expuso el comentario que sigue, insertado en la sub-sección de ese artículo conocida como "Reflexión dominical". Se le agradece, dado el énfasis que el Partido Comunista de Venezuela (PCV) ha puesto sobre el tema del asesinato del Cmda. José Urbina (y antes, de otros compañeros más) durante las dos (2) últimas décadas. Como verán, Hernández ¿olvidó? un "detalle": Urbina es otro de los varios militantes y dirigentes del PCV asesinados a tiro limpio durante la actual etapa política que sobrevive el país. Ese no es cualquier detalle. ¿O sí? Los periodistas afectos al gobierno no ocultan la orden que pesa sobre ellos en los últimos años: "no mencionen en nada al PCV". Se nota (Ndecc)]. 

Clodovaldo Hernández. 
El asesinato de José Urbina. Denunciar las masacres y asesinatos de líderes sociales en Colombia es una tarea en la que la Revolución Bolivariana no debe darse descanso. Tampoco la prensa y los comunicadores identificados ideológicamente como de izquierda. Pero, caramba, para tener autoridad moral en ese terreno es necesario que todos los hechos violentos de naturaleza análoga ocurridos de este lado de la frontera tengan una enérgica y constitucional respuesta de parte de los poderes públicos.

Eso debe ser así porque de lo contrario se incurre en las mismas posturas hipócritas y descaradas de la oligarquía colombiana, de sus gobernantes y de su maquinaria mediática.

La reflexión viene a cuento porque en Puerto Páez, estado Apure mataron a un líder social y comunicacional, José Urbina, quien para más detalles había lanzado el alerta sobre el riesgo de muerte que corría luego de haber formulado ciertas denuncias.

En un video que grabó días antes de ser asesinado, hizo una acusación concreta contra un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana.

Estamos muy lejos de ese rincón de la patria, donde la realidad cotidiana es muy distinta a la que se vive en la capital del país o en otras ciudades y pueblos. Pero un acontecimiento como este debería tener una respuesta contundente, en investigación, medidas cautelares y sanciones. Al no haber esa reacción de las autoridades con competencia en la materia se normaliza lo ocurrido y es así como esos modos de proceder se convierten en patrones de conducta, tal como ya lo son en Colombia.

El hecho en sí es gravísimo, pero se hace peor porque la respuesta institucional ha sido sumamente débil, por no decir nula.

¿Con máculas como ese episodio, podremos seguir denunciando que en los primeros nueve días de 2022, en Colombia ya se contaban cuatro masacres?

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