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lunes, 18 de diciembre de 2023

Eliécer Ramón Martínez ¡Una vida de lucha y compromiso comunista!

Eliécer Martínez.
Eliécer Ramón Martínez nació el 3 de abril de 1930 en Carúpano, en una familia de origen humilde. Su padre, obrero de la Creole Petroleum Corporation en Caripito, y su madre, una hábil tejedora de alpargatas, le dieron la base de una infancia marcada por las luchas obreras. De cinco hermanos, dos fallecieron a temprana edad, quedando Eliécer junto a tres hermanos.

 

Eliécer desempeñó diferentes profesiones; sus primeros estudios de primaria fue en el Pedro Elias Aristeguieta, hasta 4.º grado, y culminó sus estudios de primaria en el colegio República de Haití, 5 y 6 grados. Su maestro de 6.º grado fue Carmelo Ríos, quien fuera gobernador del estado Sucre, y militante de URD.

 

Con aspiraciones de estudiar radiotelegrafía, Eliécer se trasladó a Caracas, aunque no pudo concretar este objetivo. Trabajó en el Correo de Venezuela de 1947 a 1949 y luego en la zapatería Muller en Catia. A los 18 años, conoció al dirigente sindical Antonio Moya, quien hacía un trabajo de sindicalización y captación para el PCV, Eliécer ingresó a la JCV en la Av. México, marcando el inicio de su militancia comunista.

 

Regresó a Carúpano y se sumó a la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez junto a dirigentes como Elías Angulo y Toño Rondón. Representando al PCV en la clandestinidad, distribuyeron panfletos contra la dictadura utilizando una camioneta de la zapatería Margot, donde Eliécer trabajaba como cortador de calzado.

 

En 1954, se trasladó a Anaco en búsqueda de empleo en las compañías petroleras. En Mene Grande Oil Company, se involucró en luchas clandestinas junto a otros dirigentes, entre ellos, recuerda haber trabajado con Gómez Astudillo, y un dirigente petrolero de apellido Guerra.

 

En ese período, estableció conexiones con camaradas destacados, entre ellos Aníbal Rodríguez, Reimundo Hernández y Pedro Ruiz. Juntos, formaron una célula, dedicándose a labores clandestinas durante esos años. Eloy Torres, dirigente del PCV encargado de supervisar la región en esa época, operaba bajo el seudónimo de Carlos Joras, llevando consigo información vital para la causa. Sin embargo, Torres abandonó el PCV en un acto bochornoso.

 

Trabajó en la Mene Grande Oil Company hasta 1962, cuando Rómulo Betancourt inició la persecución contra los dirigentes comunistas, obligándolo a dejar la compañía. Se trasladó a la ciudad de Carúpano, donde se unió a la lucha armada. En esa fase inicial, desempeñó un papel activo en la UTC en la zona de Paria, bajo la dirección de Valverde de la JCV de Barcelona. Durante este tiempo, colaboró estrechamente con un camarada conocido por el seudónimo de Santos, quien más tarde se dirigió a Tucupita, perdiéndose su rastro, según Eliécer.

 

Eliécer se vio obligado a huir a varios estados del país debido al decreto que buscaba segregar a los dirigentes del PCV. Dondequiera que llegara, prestaba sus servicios al PCV de manera clandestina. En Carúpano, formó parte de la UTC junto a Pedro Toledo, Rondón "Manilla", Dominguito "Cabui", Salvador Castelín y Cesar Burguillos. Estos dos últimos fueron detenidos y posteriormente asesinados por la policía de AD.

 

Eliécer se salvó de ser detenido porque huyó a tiempo. Antes de su escape, intentó llevarse a Castelín, pero este dejó su cédula en otro vehículo, lo que impidió que saliera con Eliécer y optó por ir a otro lugar.

 

A Puerto Ordaz se trasladó Eliécer para trabajar como obrero al volante, iniciando así su militancia comunista en ese estado. Destacó como dirigente del transporte en esa región y también se convirtió en un destacado líder del PCV en Bolívar.

 

Se encuentran, de derecha a izquierda, los Camaradas Gilberto Silva, Tomás Torres, Antonio Martínez y Eliécer Martínez, en el acto por el 78 aniversario del PCV en Cumaná.
 

En 2008, regresó a Cumaná, continuando su militancia en el PCV Sucre. A los 93 años, seguía siendo una voz activa en defensa de los trabajadores y del Partido, participando en programas radiales como Primogénita y Radio Nacional. 

 

Eliécer Martínez, hasta sus últimos días, no pudo evitar comentar sobre la decisión de la cúpula del Gobierno-Psuv, expresada en la sentencia n.º 1160 del TSJ. En sus palabras, recordó a los traidores como aquellos que "aprovecharon los curules que les ofreció el gobierno y quienes me contaron que abandonaron sus responsabilidades en el partido al que hoy ofenden con esta declaración (…) siempre se les vio el bojote (…) que ni formación ideológica tienen… quédense en las filas del Psuv".

 

Eliécer Martínez fue claro en su posición de defender y mantenerse en las filas del Partido Comunista. yo, además de crítico, soy autocrítico… mi Partido jamás lo abandonaré por nada. El partido forma parte de mi vida, y lo seguirá formando hasta que tenga vida.”

 

El 20 de noviembre de 2023, Eliécer Martínez falleció, cumpliendo su promesa de permanecer leal al Partido Comunista hasta el último aliento. Su legado es un ejemplo de firmeza y convicción en la lucha por los derechos de la clase obrera. Como solía firmar en sus artículos: un “sobreviviente de los años sesenta”. 

 

¡NI UN MINUTO DE SILENCIO... TODA UNA VIDA DE COMBATE!

 

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