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lunes, 7 de septiembre de 2020

Discurso de Jerónimo de Sousa, Secretario General del PCP ante la 44ª edición de la Fiesta «Avante»

pcp.pt, 

6-09-2020.

"En estos tres días hemos redimido la alegría de vivir"


Jerónimo de Sousa, Secretario General del Partido Comunista Portugués (PCP)


¡Estimados invitados!

¡Estimados amigos y camaradas!


Saludos cordiales a todos los que están aquí con la fuerza de su presencia. ¡Saludos a todos los constructores que participaron en las jornadas con esa extraña militancia y generosidad, a todos los participantes y visitantes de nuestra Fiesta del Adelante! Un saludo especial a la juventud y al PCJ, a su siempre masiva presencia, a su indispensable contribución en la erección de este espacio de libertad y a asegurar su ejemplar funcionamiento.


Saludamos y no olvidamos a todos aquellos que no pudieron estar aquí pero que contribuyeron a su realización, un saludo que se extiende a muchos otros que no están aquí, pero con los que tenemos un marcado encuentro en las luchas de los tiempos venideros y en los partidos de los próximos años.


Camaradas,


Hemos construido y celebrado nuestra Fiesta, esta gran Fiesta y esta manifestación de solidaridad, paz, amistad, democracia y socialismo, en el marco de la inusual hostilidad de los grandes intereses económicos y las fuerzas más reaccionarias y conservadoras, contra las que han montado una insidiosa campaña, utilizando sus poderosos recursos mediáticos y la intoxicación de la opinión pública para hacerla imposible.


Querían hacernos callar. ¡No tuvieron éxito!


Sí, hicimos la Fiesta, cumpliendo las normas sanitarias, porque su realización es, en primer lugar, una forma de asegurar la defensa y el funcionamiento de la vida democrática en su plenitud y esto va en contra de sus deseos.


Por las mismas razones que antes nos llevaron a afirmar nuestro desacuerdo con las soluciones que imponían limitaciones al ejercicio de las libertades y a la acción colectiva en el trabajo y en el ámbito cívico, cuando muchos miles de personas fueron, en silencio y confinamiento, víctimas de la voluntad del gran capital.


Por las mismas razones que nos llevaron a estar donde la vida nos pedía estar para defender el empleo, el salario, los derechos y libertades laborales y sociales, afirmándolos y ejerciéndolos, contra aquellos que, con el pretexto de la epidemia, querían limitarlos y restringirlos por la fuerza, alimentando todos los temores.


Sí, los que hicieron todo lo posible para hacer imposible la Fiesta, lo que más querían era silenciar esta fuerza que vino y está aquí.


Aquí está la fuerza de un Partido que trabaja, vive y lucha para servir a los trabajadores y al pueblo.


Este es un colectivo poderoso y cada uno de nosotros está aquí marcando una posición, demostrando un compromiso, transmitiendo un mensaje que resuena en este inmenso espacio y se proyecta mucho más allá de él.


No estamos aquí solo para escuchar la palabra de los discursos. Estamos aquí, todos y cada uno de nosotros, diciéndole a los trabajadores, al pueblo portugués, que pueden contar con nosotros, que pueden contar con el PCP en todo momento, en todas las situaciones.


Estamos aquí, asegurando las normas de salud, porque tenemos un compromiso con los trabajadores, para cumplir con su aspiración de trabajar con derechos y con un salario valorado y justo.


Estamos aquí para reafirmar nuestro compromiso con la defensa de los derechos y libertades democráticas, en las empresas, en la calle, dondequiera que se vean obligados a utilizarlos para defender el derecho a la huelga, a la protesta, a la manifestación, a la acción sindical y cívica en todos los ámbitos de su vida.


Estamos aquí porque nunca aceptaremos ser arrastrados al pantano del conformismo soñado por aquellos que viven de la explotación en esta época de empeoramiento de los problemas nacionales.


Estamos aquí, respetando las normas sanitarias, para reafirmar que no abandonaremos la primera línea de la lucha por unas mejores condiciones de vida para nuestro pueblo, por su derecho a la salud, a la educación, a la seguridad social, a la vivienda y a la movilidad, y dispuestos a construir un Portugal con futuro.

Estamos aquí, y esta es una razón más, para combatir el miedo y dar esperanza y confianza en la lucha por el futuro.

Asistente al Avante 2020.

Camaradas,


¿Hay riesgos y peligros en los tiempos que vivimos? ¡Sí! ¿Era necesario y es necesario tomar medidas para defender la salud? ¡Absolutamente! Siempre defendemos esa necesidad.


En lo que respecta a la salud, hay que decir que el PCP no solo fue la fuerza política más coherente y decidida en su defensa y en la del Servicio Nacional de Salud que la garantiza.


Una fiesta que siempre ha dado soluciones, incluso en este momento de la epidemia. Soluciones para responder a un posible empeoramiento del estado epidemiológico y garantizar la normalidad y eficacia de la atención a los usuarios, tal y como se propugna en el Plan de Emergencia del SNS, presentado por el PCP en julio en el Parlamento.


Pero para asegurar la salud, se deben garantizar muchos otros aspectos de las condiciones de las personas. Es necesario garantizar la vida de los muchos miles de personas que se han enfrentado y se siguen enfrentando a la codicia y al oportunismo de aquellos que, a la sombra de la epidemia, han ido agravando la explotación.


Durante este período se despidió a miles de trabajadores, porque ya existían los mecanismos para permitir el despido de trabajadores, ya sea al final de un período de prueba de seis meses, ya sea por no renovar los contratos, ya sea por despidos colectivos, ya sea por falsos recibos verdes. Sólo era necesario activarlos.


Cientos de miles de personas han visto reducidos sus salarios, especialmente aquellos que han sido despedidos. En las primeras dificultades, el capital intentó echar los costos que le correspondían a los trabajadores y al presupuesto del Estado, mientras que en el Gobierno y en el Parlamento, el PS, el PSD y el CDS rechazaron las propuestas del CFP de prohibir los despidos y garantizar el pago de los salarios al 100%.


Muchos miles de personas han visto atacados sus derechos a las vacaciones, a los horarios estables, a los componentes variables de los salarios, como los subsidios para comidas, lo que revela los desequilibrios en las relaciones laborales que ahora han empeorado.


Los micro, pequeños y medianos empresarios se han visto obligados a suspender sus negocios y sus actividades se han visto amenazadas. Y los efectos duraderos que se están sintiendo hoy en día ya no son el resultado de la epidemia, sino de la reducción del poder adquisitivo.


Pero también fue una época de empeoramiento de muchos otros problemas. Los jóvenes, los niños y los ancianos tuvieron que enfrentarse a esta inusual situación de aislamiento. Este aislamiento no está exento de consecuencias sociales, emocionales, psicológicas y de salud en general, en un contexto en el que se expusieron problemas anteriores como la desigualdad en la distribución de los ingresos familiares y las situaciones de pobreza, pero también el acceso a la educación en condiciones de igualdad y la acentuación de las situaciones de marginación social de los ancianos. Los derechos de ambos no deben quedar en suspenso.


Sí, hay que proteger a los ancianos, pero protegerlos no puede significar abandono o estigmatización, con repercusiones irreversibles en la hipoteca de sus vidas y en la carga del derecho a envejecer con derechos.


Estos son también días difíciles para la cultura, que ha visto viejos problemas de devaluación sistemática de todas sus actividades.

Permítanme aprovechar esta oportunidad para saludar a todos los artistas, técnicos y otros profesionales de la cultura que participan aquí en este logro único y en ellos a todos los demás en todo el país que hoy en día están siendo fuertemente afectados en sus vidas y en su producción. ¡Para nosotros la cultura no es desechable!


Somos una fuerza que tiene como objetivo el logro y el bienestar en todas las dimensiones de la vida humana.


Camaradas,


La situación en el mundo expone brutalmente la naturaleza explotadora, opresiva, agresiva y depredadora del capitalismo, destacando su carácter profundamente inhumano, sus inmensas responsabilidades en los graves problemas y flagelos que afectan a la humanidad.


En el contexto de la crisis estructural del capitalismo, la pandemia Covid-19 ha acelerado la nueva crisis económica anunciada hace tiempo, que pone de manifiesto las enormes e inaceptables injusticias y desigualdades sociales que marcan la realidad de millones de seres humanos.


Las grandes empresas tratan de utilizar la situación actual para imponer una explotación aún más violenta de los trabajadores, ataques más graves a los derechos, las libertades, la democracia, la soberanía y la independencia de los Estados y una mayor apropiación privada de los recursos de la naturaleza.


Tratando de contrarrestar su relativo declive y salvaguardar su dominio hegemónico en el mundo, los Estados Unidos de América, con el apoyo de sus aliados -a saber, la OTAN- están intensificando las acciones agresivas contra el derecho internacional, imponiendo sanciones, bloqueos económicos, operaciones de desestabilización y agresiones contra los países y pueblos que afirman su derecho a decidir libremente su destino.


75 años después de la victoria sobre el nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial, debemos denunciar con firmeza y tomar medidas para contrarrestar la deriva cada vez más reaccionaria, autoritaria y fastidiosa que se está produciendo, e intensificar la lucha por la paz y el desarme, contra la guerra y el militarismo.


Al dar la bienvenida a las delegaciones extranjeras presentes en la Fiesta del Adelante, la CFP reafirma su solidaridad con los trabajadores y los pueblos de todo el mundo que se levantan en defensa de sus derechos, señalando diversos objetivos inmediatos, abriendo posibilidades de avances democráticos, progresistas y revolucionarios.


La gravedad de la situación internacional hace que los comunistas y otros demócratas converjan en un amplio frente antiimperialista para detener la ofensiva explotadora y agresiva del imperialismo y allanar el camino para la construcción de un nuevo orden internacional de paz, soberanía y progreso social.


Convergencia entre las fuerzas que rechazan una Unión Europea cada vez más neoliberal, militarista y federalista y que luchan por una Europa de cooperación efectiva, de progreso social y de paz, una Europa de los trabajadores y de los pueblos.


Los comunistas, todos los revolucionarios, están llamados a actuar con determinación en favor de los derechos de los trabajadores, la libertad, la democracia y la soberanía, para el avance de la transformación social, para una sociedad libre de explotación y opresión, y para el socialismo.


Aspectos del Avante 2020.

Camaradas:


Portugal se ha enfrentado durante mucho tiempo a graves problemas, que la epidemia ha expuesto ahora en toda su crudeza. Déficits estructurales crónicos en varias áreas. Déficits que han convertido a Portugal en un país cada vez más dependiente y frágil, con repercusiones sumamente negativas en el crecimiento económico, las balanzas exteriores y la deuda externa.


Un país en el que persisten las desigualdades sociales y regionales y los graves problemas sociales, en el que pesan la precariedad laboral, el desempleo, una distribución injusta de la riqueza, una respuesta de protección social débil e insuficiente y niveles inaceptables de pobreza y exclusión social.


Hay quienes tratan de hacer creer a la gente, para eludir sus propias responsabilidades y perpetuar las políticas de desastre del pasado, que los problemas a los que se enfrenta el país hoy en día son esencialmente el resultado de la epidemia. Quieren hacernos creer que en el pasado, todo estará bien, como si todo estuviera bien antes y el futuro del país y su desarrollo estuvieran garantizados.


Las causas de nuestro atraso, las debilidades económicas y las profundas desigualdades no son de hoy, las encontramos en décadas de política de derechas implementadas por los sucesivos gobiernos del PS, PSD y CDS, que privatizaron sectores estratégicos a favor de los monopolios, destruyeron la capacidad productiva, redujeron la inversión pública, debilitaron los servicios públicos esenciales y promovieron la explotación y el trabajo sin derechos.


Las causas residen en esta política, que ha aumentado la dependencia externa, que ha sometido al país a los dictados de la Unión Europea y del euro para servir al gran capital transnacional y a los intereses del gran capital nacional y sus aliados.


Es una política de sumisión del poder político al poder económico y dirigida a la concentración y centralización de la riqueza, que ha cerrado los ojos a la corrupción que ha alimentado la privatización y que ha, siguiendo el ejemplo del BES, la matriz, el modelo, de esta política de sumisión y tráfico y que continúa hoy, con la succión de millones para el Nuevo Banco que debería haber sido nacionalizado hace mucho tiempo.


Una política que ahogó el trabajo en impuestos y alivió el gran capital. Permite la evasión de impuestos de los grandes grupos económicos PSI-20 a los Países Bajos y otros paraísos fiscales.


¡Una política que nunca ha carecido de dinero y facilidades para el capital!


Fue esta política la que debilitó a Portugal y que, naturalmente, la epidemia tiende a agravarse, añadiendo problemas a los graves problemas que ya tenía el país y cuando aparecen nuevos signos de regresión económica y social y se hacen oír, con el gran capital, con la connivencia de las fuerzas políticas que le sirven, preparando el terreno para esta regresión, utilizando la epidemia como pretexto.


Allí están frenando el aumento general de los salarios y el salario mínimo nacional. Allí cuestionan el aumento de los salarios de los trabajadores de la administración pública, preanunciando nuevos períodos de congelación además de la década en la que perdieron salarios y poder adquisitivo.


Allí se habla de nuevos cambios en la legislación laboral, es decir, de introducir nuevas líneas de explotación, por ejemplo en la situación del teletrabajo.


Allí están perpetuando el mal funcionamiento de los servicios públicos, desde la atención en las unidades de salud a la ventanilla, el teléfono o el wicket, hasta la extensión de las clases virtuales o las largas colas en la calle en la Seguridad Social o en la Oficina de Correos.


Ahí los tenemos pidiendo nuevas reformas estructurales, ese eufemismo que utilizan para ocultar las medidas que proponen para profundizar la explotación del trabajo y destruir los servicios públicos, para mostrar el directorio de las grandes potencias de la Unión Europea, aunque no tengan nada que ver con la epidemia.


Están tratando de crear un entorno propicio para la aceptación de esas medidas, que habían estado persiguiendo durante mucho tiempo y para las que ahora tienen excusas.


Sí, ahí los tenemos dando vida a los proyectos y dinámicas de regresión social y civilizatoria que han marcado al país en los últimos decenios, a saber, dar fuerza y alimentar la acción de las fuerzas y sectores reaccionarios, en los que participan activamente el PSD, los CDS y sus partidos sucesores, con miras a socavar el régimen democrático y la Constitución de la República.


Esta acción aprovecha los problemas creados por el propio capital y sus agentes, donde la promoción e instrumentalización de la violencia y el racismo, en el estímulo de la segregación social y la deriva hacia el criminalismo y la justicia, son las expresiones más visibles de una dimensión reaccionaria y fastidiosa.


Camaradas,


Es también para derrotar estos objetivos que el camino es, hoy como ayer, el de la movilización de los afectados por estos ataques, el de la acción, la intervención y el desarrollo de la lucha para enfrentarlos.


Sí, ante cada nueva oleada de ataques a los derechos, ante cada ofensiva, ¿qué otra arma tienen los trabajadores?


Ante cada cierre de los servicios públicos, cada médico del centro de salud, cada recorte de los tiempos de transporte, ¿qué otra respuesta puede dar la gente?


Los tiempos son duros y exigen la determinación de resistir el discurso del miedo y de que no hay alternativa.


Pero estos meses han demostrado que hay fortalezas y que hay coraje para enfrentarlas.


Por eso acogemos con satisfacción las numerosas luchas en las empresas y los lugares de trabajo, por el derecho al empleo, a los salarios, a los horarios, a los derechos.


Desde aquí valoramos esa fuerza que enfrenta la ofensiva, que no se resigna a las inevitabilidades que cada día nos quieren vender.


Desde aquí saludamos a la gran central sindical portuguesa, la CGTP-IN. Se trata de un sindicato de clase, unitario, democrático, independiente, solidario y de masas que siempre ha sabido, a lo largo de sus casi 50 años de historia, que conmemora el 1 de octubre, honrar la fuerza y el prestigio que le han conferido los trabajadores.


Y desde aquí hacemos un llamamiento a todos los trabajadores, a todos los afectados por la política de derechas, a los jóvenes, a las mujeres, a nuestro pueblo, para que desarrollen la lucha en torno a sus reivindicaciones concretas y participen, el 26 de septiembre, en todo el país, en las acciones convocadas por la CGTP-IN.


Camaradas,


Portugal necesita urgentemente recuperar los niveles de producción, el empleo, los salarios y las condiciones de vida, y revertir una situación que ya está marcada por la perspectiva de una profunda recesión económica, pero al mismo tiempo tiene que actuar sobre las causas de nuestro atraso e ir más allá para garantizar los niveles de desarrollo que se han retrasado sistemáticamente y elevar las condiciones de vida.


Pero por una cosa y otra, los ingresos no pueden ser los del pasado.


Las políticas que están avanzando o en curso no responden a los problemas del presente, ni a los problemas del futuro del país.


Lo vimos en el llamado Programa de Estabilización Económica y Social y en la propuesta de Presupuesto Suplementario del Gobierno que lo apoyaba, donde se demostró, sobre todo, que era una clara opción para favorecer los intereses del capital al que se destinan millones y millones de euros. Ahora también lo vemos cuando el Gobierno presenta la primera versión del programa que llama "resiliencia y recuperación" con sus opciones para el futuro.


La escala de los problemas exige otra respuesta. El CFP está a la altura de sus responsabilidades, su papel y sus compromisos con los intereses de los trabajadores y el pueblo.


No tiene sentido que algunos vengan a agitarse con amenazas de crisis políticas. Lo que se necesita es usar todos los instrumentos para evitar que los trabajadores y la gente vean sus vidas sumergidas en la crisis diaria.


Como no tiene sentido apresurar a los demás para que sientan que la PPC no cuenta, que está fuera de las soluciones que el país necesita.


Si hay pruebas de que el PCP ya lo ha hecho, es que cuenta, mucho y decisivamente, como ningún otro, para asegurar los avances en los intereses de las clases y las clases trabajadoras.


Al PCP no le faltará, como nunca le ha faltado, ninguna solución que responda a los problemas, no desperdiciará ninguna oportunidad de garantizar derechos y mejores condiciones de vida.


Es en lo concreto y no en meras palabras de intención en lo que debe basarse la evaluación de lo que debe hacerse.


Por ello, ya desde el inicio de los trabajos de la Asamblea de la República, presentaremos un conjunto de propuestas que respondan a los graves problemas que afectan a la vida de los trabajadores y del pueblo.


Entre las muchas iniciativas que estamos preparando, retomaremos la lucha por el aumento del salario mínimo nacional a 850 euros; por la creación de un suplemento de remuneración para los trabajadores de los servicios esenciales y permanentes; por las prestaciones de salud, de penuria y de riesgo; por la compensación de la remuneración y el reconocimiento de la protección social de los trabajadores por turnos y del trabajo nocturno; y por la ampliación del acceso al subsidio de desempleo y el aumento de su cuantía y duración.


Seguiremos luchando por la eliminación de los recortes salariales asociados a los despidos, por la prohibición de los despidos para todos aquellos que se vean amenazados en sus puestos de trabajo y no sólo en las empresas rentables.


El Presupuesto del Estado para 2021 también debe responder a los problemas más inmediatos, inevitables y urgentes. Debe ayudar a quienes han perdido ingresos con un apoyo extraordinario para asegurar las condiciones de vida, a quienes han puesto en peligro su actividad apoyando en particular a las micro y pequeñas empresas. Debe dotar al NHS de todos los medios para asegurar la prestación de la atención sanitaria, garantizar la reapertura de la red de atención primaria y la debida atención, asegurar los medios de diagnóstico, prevención y tratamiento no sólo de los COVID, y detener la entrega de dinero público que le falta al NHS para los grupos privados que se ocupan de la enfermedad.


Pero, sobre todo, lo que se requiere para responder a los problemas a los que se enfrenta el país es otra política y otras opciones, no todas las cuales tienen una relación directa con el presupuesto del Estado, que creen condiciones para el desarrollo del país.


Que nadie tenga dudas.


No sólo no faltará la PPC, sino que también luchará por las soluciones a los problemas del país.


También se necesitarán soluciones con la PPC para mejorar las carreras de los trabajadores, el aumento general de los salarios en los sectores privado y público y el salario mínimo nacional hasta 850 euros.


Soluciones con el PCP para revocar las onerosas normas de la legislación laboral, en particular con la eliminación de la expiración de la negociación colectiva y el restablecimiento del trato más favorable, y no sólo lo que algunos identifican como los cambios impuestos por el Gobierno del PSD/CDS dejando intactas las onerosas disposiciones que el Gobierno del PS impuso en 2007.


Soluciones con el PCP para un camino decidido de inversión pública y aplicación de los fondos de la UE de acuerdo con el interés nacional y no subordinado a las imposiciones de la Unión Europea y los intereses de los grupos monopolistas.


Soluciones con la PPC para medidas fiscales que combatan la injusticia fiscal, alivien las rentas bajas e intermedias y graven adecuadamente los grandes beneficios, la riqueza y los activos de alto valor.


Soluciones con la PPC para ampliar la protección social, reforzar la protección en caso de desempleo y enfermedad, mejorar los subsidios familiares, mantener y aumentar el ritmo de los aumentos de las pensiones y, al mismo tiempo, garantizar la diversificación de las fuentes de financiación de la seguridad social.


Soluciones con la CFP para continuar la creación de una red pública de guarderías y poner en marcha una red pública de hogares, aprovechando los fondos anunciados para Portugal.


Soluciones con el CFP para incluir el lanzamiento de un programa de construcción de viviendas por parte del Estado y para avanzar en términos de precios de transporte mediante el establecimiento del plan de apoyo a las tarifas y el fortalecimiento de su oferta.


Soluciones con el PCP para recuperar el control público de las empresas estratégicas - empezando por el CTT, el New Bank y el TAP - que son indispensables para el desarrollo soberano del país.


Las declaraciones del PS de que no quiere tener nada que ver con el PSD sirven de poco si las opciones que adopta son, más o menos, las que adoptaría el PSD, sin romper con las directrices y compromisos que han sostenido la política de la derecha. Esto es tanto más cierto cuanto que sigue existiendo una convergencia entre ambas partes en cuestiones relevantes, que forma parte de un proceso de reorganización de fuerzas que se ha puesto en marcha y en el que participa el actual Presidente de la República, para encubrir al PSD con vistas a su rehabilitación política y a una cooperación más intensa con el PS, que es esencial para la política de derechas.


No hay solución a los problemas nacionales ni respuesta a los intereses de los trabajadores y el pueblo con las opciones del Gobierno del PS o con los proyectos reaccionarios que el PSD, la CDS y sus partidos sucesores - la Iniciativa Liberal y Basta - deben combatir.


Portugal necesita afirmar y poner en práctica un proyecto alternativo de desarrollo soberano, libre del dominio del capital monopolista, capaz de devolver al país lo que es del país, su economía, sus recursos, la decisión sobre su vida y su futuro.


La alternativa que no prescinde de asegurar la liberación del país de la sumisión al euro, de garantizar la renegociación de la deuda pública para liberar recursos que son esenciales.

Es necesario que tenga en sus manos los instrumentos adecuados y que decida libremente y no dependa de los criterios y decisiones de otros.


Es necesario que tenga su propio programa que contemple los problemas del país sin limitaciones ni restricciones, garantizando el desarrollo, la mejora de las condiciones de vida y el equilibrio ecológico.


Portugal debe tener en cuenta y no olvidar las importantes lecciones que pueden aprenderse de la situación actual y que no pueden ignorarse en el futuro: la importancia del papel de los trabajadores y la centralidad del trabajo en la sociedad; el papel de los servicios públicos; la importancia de la producción nacional y de tener sectores estratégicos en manos del país.

Aspectos de la Fiesta Avante.


¡Necesita una política alternativa, patriótica y de izquierdas que promueva el cambio en la vida nacional!


Porque estamos seguros de que luchando con todo vigor contra el virus que enfrentamos y contra muchas otras enfermedades, obstáculos y reveses, sólo con una gran confianza en el futuro en nuestras capacidades y en las de nuestro pueblo, y continuando viviendo nuestra vida familiar, social y cultural con alegría y esperanza, encontraremos la fuerza para continuar en el camino hacia un mundo mejor y más justo.


La continuación de este camino será posible si el pueblo, en particular los trabajadores, no se dejan encerrar en el "encierro" en el que algunos quieren acabar con sus reivindicaciones y sus luchas.


Con esperanza y confianza en las generaciones presentes, en la juventud y en el futuro, sin descuidar nuestra atención y vigilancia sobre las verdaderas nubes oscuras del horizonte, podemos también vislumbrar que nunca en su historia la humanidad ha tenido o creado tanto potencial para materializar el sueño de una sociedad justa, sin explotados ni explotados, como en los tiempos en que vivimos.


Sólo tenemos que no rendirnos nunca y seguir luchando por ese objetivo, porque es posible y necesario.


En este momento de conmemoración del centenario de nuestro Partido, reafirmamos aquí la vigencia del ideal y proyecto comunista, el papel necesario, indispensable e insustituible de este Partido cuya historia, en lugar de agotarse en el pasado, se proyecta en el horizonte.


Algunos pensaron que con mentiras y afrentas bajaríamos los brazos. Ellos tenían la respuesta. Esa Fiesta y este Partido están marcados por la capacidad, la organización, la responsabilidad, el coraje y la confianza.


¡Así es como nació el PCP!


¡Así es como ha estado luchando durante casi 100 años!


Así es como, honrando la historia y los compromisos que siempre hemos asumido, nos vamos de aquí, conscientes de las exigencias que enfrentamos, decididos en la acción, confiados en el futuro.


¡Viva la solidaridad internacionalista!

¡Larga vida a la juventud y al PCJ!

¡Viva el Partido del Adelante!

¡Viva el Partido Comunista Portugués!



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