La juventud en tiempos de COVID–19: Sólo en la lucha hay garantía de futuro

PRENSA JCV,
En: Tribuna Popular, N.º 3.017,

Junio de 2020, pág. 7.

La juventud venezolana en la actualidad padece las cruentas consecuencias de la crisis del sistema capitalista, agravada por el agotamiento del modelo de acumulación rentista, dependiente, parasitario y multiimportador impuesto por la burguesía en el país, históricamente subordinada a los monopolios transnacionales.

Hoy cuando el mundo se ve asediado por la pandemia de la Covid-19, las y los jóvenes en Venezuela se ven obligados a emprender distintas iniciativas para resistir ante la crisis, aportando su fuerza de trabajo en condiciones laborales altamente precarizadas, exponiendo la vida en el trabajo informal, muchas veces por no poder cumplir con las medidas sanitarias correspondientes para prevenir el contagio, o sin recibir ningún apoyo socioeconómico al respecto en sus centros de trabajo.

Las condiciones materiales de las y los jóvenes venezolanos han sido impactadas negativamente por la crisis capitalista, agudizada desde el año 2016 por el incremento astronómico del costo de la vida. Esto ha afectado la prosecución y continuidad en los estudios formales desde entonces: numerosos jóvenes han debido interrumpir su formación académica para sumarse prematuramente a la fuerza laboral.

Además, una vez incorporados al mercado de trabajo, se han encontrado con la imposibilidad de percibir salarios dignos que permitan satisfacer las principales necesidades particulares y del hogar, producto de las políticas salariales regresivas impuestas por el entreguismo y el colaboracionismo entre patronos públicos y privados y el Gobierno.

A este complejo escenario se le suma la difícil situación de precariedad y deficiencia de los servicios públicos, que afecta en mayor proporción a los estados y municipios más alejados del centro y capital del país, haciendo más complejas las condiciones de vida de las y los jóvenes trabajadores, estudiantes y campesinos, quienes terminan llevando la peor parte de la crisis, y sufriendo los efectos negativos que trae consigo la pandemia.

CRISIS DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS

Los actuales niveles de precariedad y deficiencia de los servicios públicos, como el suministro eléctrico y las telecomunicaciones, están limitando el acceso a la educación, pues debido a las medidas de prevención por la Covid-19, se impuso la obligatoriedad de la educación en modalidad «virtual» a distancia, que no puede cumplirse sin un adecuado funcionamiento del sistema eléctrico nacional y de las prestadoras de servicios de telecomunicaciones públicas y privadas. Puesto que tales servicios son precarios, intermitentes e insuficientes en las distintas regiones de nuestro país, resulta muy difícil mantener el acceso a las clases «virtuales», lo que vulnera cada vez más el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad, y dificulta además la sobrevivencia en general de las y los jóvenes.

Este cuadro de agudización de la crisis capitalista que padece la juventud venezolana está atravesado por las medidas coercitivas y el bloqueo del que ha sido objeto la República por parte del imperialismo estadounidense y sus aliados europeos. Pese a ello, frente a las pretensiones del imperialismo y a las políticas económicas y laborales anti-populares que impone el Gobierno, las y los jóvenes venezolanos de manera consciente continúan en lucha permanente, porque solo en la lucha hay garantía de futuro.

¡Ante la crisis capitalista, luchemos por el futuro socialista!