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lunes, 27 de abril de 2020

Un microcosmos de todo el sistema: Amazon

Misión Verdad,
27-4-20.

[El presente es un extracto de un artículo más amplio titulado "El capital en tiempos de Coronavirus: una nueva guerra contra el trabajo" (MV, 25-3-20). Haberlo dejado a media lectura producto del exceso de materiales interesantes para el estudio, no impidió que al fin llegáramos al "lomito" de otra buena entrega de Misión Verdad. Ndecc].

Jeff Bezos
La corporación estadounidense Amazon es el modelo de empresa postfordista y neoliberal del siglo XXI. Mezcla el trabajo precario, las horas extras no pagadas, la esclavitud que acarrea la industria de los envíos y el comercio electrónico y la cancelación de todo derecho laboral y sindical. Amazon lo dice todo sobre el capitalismo en tiempos de Coronavirus.

El dueño de esta megacorporación (Jeff Bezos) es una de las personas más acaudaladas del planeta, su riqueza personal es equivalente a los ingresos en dinero de millones de personas de capas medias y bajas en el mundo.




Esta empresa continúa operando en medio de la pandemia y ha desdoblado su alcance a medida que la cuarentena avanza y la población ve el incentivo, en medio de la pandemia, de comprar alimentos, productos electrónicos, farmacéuticos y de otro tipo mediante Internet, evitando el contacto social y su exposición al contagio.

Amazon se adaptó a una crisis que favorece su monopolio en el comercio minorista, e hincha sus ganancias producto de un modelo de empleo que roza el esclavismo.

En tal sentido, los almacenes de Amazon se han transformado en auténticos focos de contagio, y la empresa, aludiendo al exceso de trabajo, evita imponer medidas de seguridad mínimas que puedan detener el ritmo de trabajo tanto de los almacenadores como de quienes están encargados de realizar los envíos.

Tyler Hamilton, un trabajador de un almacén de Amazon en Minnesota, cuenta que su salario ha aumentado en par de dólares pero que “para obtener el pago de riesgo hay que estar allí durante 40 horas a la semana y las horas extras”.

El portal The American Prospect asegura: Lo que Amazon da con el pago de horas extras, entonces, viene a expensas de la seguridad de los trabajadores, que es casi imposible de administrar en los entornos de almacén y entrega. La cantidad de personas en los almacenes y la carga de trabajo dificultan el distanciamiento físico. Amazon colocó cinta adhesiva en el piso del almacén de Hamilton utilizando un estándar para mantener una distancia de tres pies de los compañeros de trabajo, la mitad del estándar recomendado de seis pies. Al menos un trabajador de Amazon dio positivo por Covid-19 en un almacén en Queens, y la compañía volvió a abrir al día siguiente. Los trabajadores de dos New York Whole Foods, una división de Amazon, también dieron positivo”.

Los trabajadores no solo no cuentan con desinfectantes y otras medidas de seguridad que prevengan los contagios, también, según el portal, no cuentan con garantías laborales y salariales si enferman de Covid-19 y no pueden asistir al trabajo: Si un trabajador de Amazon se enferma, tiene pocos recursos. Amazon agregó hasta dos semanas de licencia por enfermedad remunerada para cualquier persona diagnosticada con Covid-19; con pruebas escasas, esto no está disponible para la mayoría de los trabajadores de almacén con salarios bajos. Amazon también amplió el tiempo libre no remunerado, lo que significa que las personas pueden quedarse en casa si se sienten enfermas o inseguras sin temor a ser despedidas. Por supuesto, a los trabajadores que se quedan en casa no se les paga”.

Amazon abrió un fondo de asistencia para los trabajadores y ha solicitado donaciones privadas en línea para que pueda cubrir problemas relacionados con los trabajadores. Así como lo escucha: una de las empresas más grandes del planeta pide donaciones para atender a quienes enfermen trabajando por un salario miserable.

Por más microscópico que pueda parecer, este caso de Amazon describe la dinámica del capitalismo en general.

Describe el esclavismo que gobierna las relaciones de producción en el esquema económico actual, la maquila en la que se ha transformado el comercio electrónico, la indefensión del trabajador y su sustitución rápida si no puede ajustarse a una dinámica de trabajo estresante y sobreexplotadora: el ejército de desempleados que crean las políticas de ajuste y salvataje a los empresarios, desde Estados Unidos hasta Brasil y más allá, genera una ventana de oportunidad para el reemplazo rápido de trabajadores y la disminución de su salario.

Igualmente, Amazon describe las tendencias estructurales del capitalismo en tiempos de una pandemia singular: refuerza las condiciones de desigualdad, precarización y aprovecha el pánico de una sociedad acuartelada que se ve obligada a exponer su salud frente a la falta de trabajo y la voracidad de los capitalistas que suprimen el salario al mínimo.

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