Por Amiche Padrón*
Cumaná, 1-5-2020
Día Internacional del Proletariado |
Bastaron dos semanas
de “paro productivo” para que las sesudas tesis sobre el fin del proletariado
quedasen al desnudo, la sola declaración de una pandemia obligó a los
capitalistas a salir miserablemente chantajeando a los trabajadores con el ultimátum
¡la vida o la economía!; los pequeños
propietarios creídos de ser el soporte de la sociedad, ven como los gobiernos
burgueses salen prestos a financiar las caídas de las ganancias de las grandes
firmas monopólicas, y hacen feos gestos cuando se trata de proteger a la
pequeñaburguesía; bastó un cierre de fronteras para que el milagro de la
sobreexplotación de la fuerza de trabajo clandestina mostrase sus efectos sobre
las economías nacionales; bastó la pandemia para que nuevamente surgiesen los
nacionalismos, basados en el interés de los grupos dominantes mancillados por
la globalización. Simplemente un virus permitió advertir la importancia del
agricultor, del trabajador del aseo, del personal de salud, del obrero…., y
permite advertir el carácter parasitario de la burguesía.
En el caso de las
llamadas alternativas, terceros caminos o modalidades del nuevo siglo, han
terminado repitiendo las recetas de sus padres históricos: las coaliciones
conservadoras o socialdemócratas se emparentan en la urgencia por resguardar al
capital en su natural arremetida contra el trabajo. Cambian sus frases y
consignas, dosifican la miseria de las masas, dosifican la benevolencia contra
la fuerza de trabajo, pero en el momento de la crisis invocan la “razón de
Estado”, el “principio de soberanía”, la “lógica natural de las cosas” o
incluso invocan a dioses y plantean ritos bizarros para enfrentar a la naturaleza,
para encubrir sus políticas burguesas de las cuales, a través de la corrupción,
permiten a estos políticos superar su status económico pero no su miseria
humana.
Este Primero de Mayo
llega a su cita en medio de una reedición de crisis en el proletariado.
Absorbido por las tesis que promueven su fractura y que pretenden que no son
los trabajadores los llamados a transformar la sociedad, el proletariado se
asume en su género, en su edad, en su nacionalidad y pretende desde esa
perspectiva alcanzar un “buen vivir”, una “mejor calidad de vida”
Esta situación de
crisis del proletariado no es nueva. Ya Marx, Engels y Lenin combatieron sus
respectivas crisis en el siglo XIX y en el siglo XX y permitieron al movimiento
obrero y popular avanzar a pasos agigantados. La tarea hoy en día de los
partidos comunistas y obreros del mundo está en asumir con entereza el retorno
a los principios fundamentales de la única ciencia capaz de superar al
capitalismo: el marxismo-leninismo, dando combate a los “ismos” pequeñoburgueses
que desde la Escuela de Frankfurt y su espejismo de heterodoxia y desde el
trotskismo y sus caretas contrarrevolucionarias fueron financiadas por el gran
capital.
Hoy en día la
urgencia de una estrategia unificada a nivel mundial pasa por reafirmar esos
principios que nos permitieron enfrentar la bestia fascista; asumir que ante la
unidad internacional de la burguesía, solo es posible la unidad internacional
del proletariado bajo el lema insurgente e histórico: ¡Proletarios de Todos los
Países, Uníos!
*Secretario Político del CR-Sucre del PCV,
Miembro del CC-PCV y Profesor Universitario
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