Expulsado del cielo

Earle Herrera

21-2-20

Es venezolano el ciudadano expulsado de Chile por guarimbear. La noticia es contradictoria, pues el país austral era el sueño de todo guarimbero, con un presidente que, con los de Paraguay y Colombia, dirigió en persona la guarimba mayor de la “ayuda humanitaria” contra Venezuela, un 23 de febrero, hace apenas un año. ¿Por qué su gobierno destierra entonces a un compañero de causa y casi un hijo ideológico?

La mediática mundial no da el nombre del expulsado para protegerlo, solo suministra su nacionalidad (venezolano) y edad (45 años). ¿Por qué la protección periodística? Sencillamente porque la guarimba es hija de los medios. La prensa de Chile lo identifica como “el extranjero expulsado”.

De seguido informa que la policía lo detuvo en noviembre cuando llevó un camión de escombros y lo descargó para que los protestantes lo usaran contra los carabineros. Aquí entra la sicología. Es obvio que el violento venezolano por un momento se sintió en el distribuidor de Altamira o en la principal de Las Mercedes. Se le borró que en La Moneda estaba un tal Piñera y no el odiado Nicolás Maduro, como se le vino en mente. Hizo lo que

seguramente hacía en Caracas, cuando camiones volteos fantasmales descargaban materiales para las barricadas incendiarias y las guarimbas. Los medios nunca mostraban sus placas. La protección mediática garantizaba la impunidad.

Otro desvarío del extranjero fue confundir las legítimas protestas del pueblo chileno, con las guarimbas de grupos foquistas que bloqueaban sus propias urbanizaciones e incendiaba todo a su paso. Prender su camión, llenarlo de escombros y lanzarlo a las calles de Santiago fue un acto reflejo. Piñera no se detuvo a analizar el extravío solidario de su compañero facho, lo metió en un calabozo y ahora lo expulsa del “oasis latinoamericano”, como él llamaba a Chile bajo su desgobierno.

Un guarimbero puro es un fanático y “guarimbeará” donde quiera que esté. En otras palabras, es un tonto. Usted nunca va a ver a los autoexiliados de Miami marchando contra Trump o la Asociación Nacional del Rifle. ¡Ni de vaina! El innominado venezolano echado de Chile por el gobierno de Piñera es un error biológico de la guarimba, una malformación genética del fascismo, un hijo indeseado de la mediática que lo engendró.