Alfredo Ponce,Comité Regional «Antonio Martínez» - PCV, Cumaná, 23
febrero de 2023
¡Canta mi Gallo! |
Alfredo Ponce. |
Tras la publicación, el día 17 febrero, del artículo de Misión “Verdad” (MV) titulado «¿Maduro neoliberal?», el Sr. William Serafino, jefe redactor del medio, recibió una respuesta inmediata por parte de sus lectores. El texto fue difundido o vendido como pan caliente debido a las acusaciones “injustificadas” y “malintencionadas” que se le hacían al presidente Nicolas Maduro acerca de su actuar en materia económica. Estas palabras llamaron, por parte del Psuv, a la defensa del presidente “obrero”.
A ese artículo de
MV se suman otros títulos, los cuales, de forma particular, pretenden difamar y
atacar el accionar del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Autores como José
Gregorio Piña, e incluso el diputado oficialista Jesús Faría Tortosa, culpan al
PCV de las justas luchas del
pueblo trabajador por un salario digno. Pretenden hacer ver que el accionar del PCV, así como las movilizaciones de
los trabajadores activos y jubilados del país, son parte de una campaña de
difamación y ataque contra el gobierno y sus políticas de “protección” al
pueblo. Sin embargo, la realidad es muy distinta a lo señalado. Desentrañaremos
a profundidad cada intento de los "think tanks" agoreros al
servicio del Psuv.
Una de las
mentiras más sonadas y cacareadas por el Psuv y sus laboratorios de ideas (o
“ideotas”, en el correcto diccionario de “Cantinflas”), es que el PCV no toma
posición respecto de los ataques que el imperialismo ha propinado contra nuestra economía. Esta afirmación cae por su
propio peso, toda vez que, durante sus más de 90 años de existencia, el PCV ha demostrado, de forma abierta, su
postura antagónica hacia tal asechanza; otra cosa es pretender ser
“anti-imperialista” y, a la vez, antiobrero, ejercicio politiquero muy difícil
de sostener. Aquella posición fue ratificada
una vez más en el XVI Congreso Nacional del Partido (noviembre-2022), y reforzada cada semana a través de nuestra rueda
de prensa y, ante todo, desde nuestro accionar práctico en la política nacional.
El problema es
que cuando la alianza entre Psuv y PCV estaba vigente, el Sistema Nacional de
Medios Públicos reseñaba las denuncias del Buró Político (BP) del PCV sobre
situaciones como la agresión imperialista contra Venezuela y el mundo; en cambio, no daban mucha cabida a las
acusaciones sobre la corrupción o ineficiencia del gobierno nacional. No
obstante, desde que el PCV se deslindó del Psuv en 2019 –debido al
incumplimiento reiterado, por parte del presidente Maduro, de los 18 puntos del
“Acuerdo Unitario Marco” que él mismo suscribió ese año- sólo un reducido
número de medios alternativos y nuestro órgano de difusión, “Tribuna Popular”,
son los únicos en publicar la labor informativa realizada por el PCV. Sería
conveniente, entonces, para aquellos aduladores del gobierno que visiten
nuestra web y se enteren de la postura política comunista frente a lo que sucede tanto dentro como fuera del territorio
venezolano.
La otra mentira
que forma parte del laboratorio de guerra sucia es la defensa infundada de las políticas económicas del presidente
Maduro. Sobre esto MV ha hecho un recorrido por el mundo, haciendo ver que
Maduro no cuadra dentro de los señalamientos que lo mencionan como autor de la
aplicación de políticas neoliberales.
En su artículo,
William Serafino no aborda las reiteradas y ratificadas políticas
antisalariales adoptadas por el gobierno, idénticas a aquellas de mandatarios
conservadores -tales como Macri, Bolsonaro, Piñera- y sus controvertidas
posturas antipopulares. Además, Serafino califica la apertura económica del
gobierno hacia empresas extranjeras como "medida excepcional", sin
considerar el alerta dado por el intelectual Luis Britto García sobre el inminente
establecimiento de maquilas en el país. Las respuesta contra este han sido las
descalificaciones proferidas por el Dip. Jesús Faría, para el cual el Dr. Luis
Britto García “ni es intelectual ni es revolucionario” (¡!).
Calificar de
“medidas excepcionales” la eliminación del control de cambio, la constante
subida del dólar “bueno” (BCV) en su extraña
persecución del dólar “maluco”; la liberación de precios, la
reactivación de casinos y peajes, venta de acciones de empresas públicas
estratégicas, los despidos masivos ilegales con el corrupto aval de juzgados e
inspectorías del trabajo, la judicialización y criminalización de las protestas
laborales (con actos extremos como acoso, amenazas, hostigamientos y despidos),
la congelación de salarios y rebaja de los mismos mediante la instrumentación del
“Memorándum - Circular 2792” y del “Instructivo Onapre” (cuya “inexistente existencia” es notoria)... ¿paramos
aquí? Y no mencionamos los planes económicos fracasados, las leyes que
pretendían “sacarnos de esta crisis" ni el caso “Fospuca” para no “echarles más cartas”… que por ahora es
suficiente. Todas estas actividades -y muchísimas más- son,
para Serafino, lo que él define como "medidas excepcionales" para
"recomponer el consumo familiar". Hay que ser bien “cara e’ tabla” para justificar todo esto.
Serafino aduce
que el gobierno de Maduro no es neoliberal debido a que servicios como la
electricidad, el agua, telefonía, internet, etc., continúan siendo manejados por el
Estado. Sin embargo, olvida mencionar que dichas empresas han vendido parte de
sus acciones y, en la actualidad, sus cobros están indexados a referencias
monetarias nada populares, y según las políticas del propio gobierno. Todo esto
para cuidar los intereses de unos pocos, a costa de la mayoría del pueblo trabajador que debe sobrevivir
con un salario mínimo que cae a $ 5,32 mensuales
cuando escribimos estas líneas. Ya se pulverizó el
82,44% de su monto original en marzo de 2022 ($ 30,30), pero el presidente es
“obrero”, “Venezuela se arregló”, “hay crecimiento económico”… y el PCV es el
culpable de la protesta obrero-popular cada vez más generalizada (¡!).
Y para terminar
de sepultar la defensa de Serafino al
presidente Maduro, es
necesario recordar que el mismo líder "obrero" había solicitado 5.000
millones de dólares en préstamos al FMI a principios de 2020, pese a las
advertencias de revolucionarios de otras naciones adeptos al gobierno. Estos fondos se supone que iban a ser destinados a combatir los efectos del Covid-19; sin
embargo, tales ayudas no fueron
necesarias debido a los fondos otorgados por Rusia y China.
Lo antes mencionado se piensa y ejecuta bajo la excusa del gobierno basada en el bloqueo económico
impuesto por el imperialismo. La realidad que nos quieren hacer ver es que la
corrupción, la ineficiencia, el desmantelamiento de PDVSA, la impunidad, la
indiferencia, los huecos en las carreteras, las aguas servidas, el problema de la
basura, entre otros, son resultado del mencionado bloqueo, siendo esta
situación solo superable tras su
levantamiento. ¡Un fatalismo que servirá por siempre para justificar la desidia gubernamental! El imperialismo nunca
regresará lo que le robó a este pueblo; no lo ha hecho en ningún otro caso. Por cierto, si el bloqueo es el
gran culpable de tantos de nuestros males, acudiendo al reduccionismo
argumentativo oficial, tapareado este con la
“autocrítica del otro”, ¿por qué aún y desde 2019 (¡!) su principal mentor anda
por estas calles “como si nada” haciendo hoy de pre-candidato presidencial de
un sector de la “opo”? Preguntamos… por una duda que tienen otros. Claro, para
algo han servido los diálogos convocados por el presidente en el marco del
espectro de Noruega, el espanto de Barbados, el espíritu de México y el no sé
qué de Caracas, todo un ejercicio (en realidad un gran “pacto de élites”) de
tolerancia, inmunidad e impunidad a favor de los enemigos del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, nada que ver con el
tratamiento gubernamental, despectivo y excluyente, del tema salarial.
¡Qué conveniente
se ha tornado la excusa del bloqueo! No
es que lo neguemos, sino que este ha servido de cobija para tapar las graves faltas del Psuv-gobierno
y arremeter contra el pueblo trabajador. Sobre esto, el mismo presidente Maduro
instó en 2021 a su equipo de ministros y gobernadores a encontrar soluciones, diciéndoles: “¡A nadie le acepto
excusas de que el bloqueo le impidió hacer tal cosa! ¡A parir soluciones!”.
No solo cabe señalar aquello de “a confesión de parte…”,
sino que, de esta forma, el presidente se disparó el mismo en el pié. ¡Todo un
“Chacumbele”, aleccionado por la terca realidad y el inexorable tiempo!
Otra de las
mentiras difundidas es la afirmación, amparada en las declaraciones del Dip. Jesús Faría Tortosa, de que el salario digno y
justo para los trabajadores (Art. 91 de la CNBRV) no es viable. En realidad, lo
que resulta inviable son las promesas electorales incumplidas por parte del
Psuv; a quienes reclaman el cumplimiento de dichas promesas se les fustiga.
Dentro de este contexto, José Gregorio Piña cuenta con el apoyo de Freddy Gil
en Sucre, quien dejó ese guabineo en sus fastidiosos artículos y optó por atacar al PCV.
Este grupo saca
sus calculadoras y empieza a realizar cálculos de suma, multiplicación y resta.
¡Las cuentas no dan, según ellos! Y llegan a la conclusión de que es inviable subir los salarios.
Incluso, algunos toman como referencia a Marx para justificar esta aberración.
Ya Marx los habría agarrado por el pescuezo. Lo anterior no disminuye la solidaridad hacia Jesús Faría, más
allá del hecho de que él mismo, ante su déficit argumentativo, insulte a varios intelectuales de las tallas de
Pascualina Curcio, María Alejandra Díaz y Luis Britto García, por mencionar
algunos que nunca le han faltado el respeto.
¡Vamos a volver
con los cálculos! Esta práctica no daría resultados para aumentar salarios si la ejerce esta gente, pero sí para tomar decisiones que nos lleven a tener
estadios de primera clase, casinos y vehículos nuevecitos para darlos en regalo a reinas de carnaval,
destinar fondos para premios que alcanzan los 20 mil dólares otorgados a comparsas, ofrecer un (1) millón de
dólares a quien aporte alguna información valiosa sobre el paradero de alias “El Conejo”; otorgarle
a la banca pública y privada, solo entre el 1-1-2023 y el 9 de febrero, más de
500 millones de dólares para que, por medio de las denominadas “mesas de
cambio”, intenten aplacar el alza del dólar, todo un fracaso para contener la devaluación
y luego la inflación, eso mientras le mantienen la teta a la burguesía de ayer
y hoy con la renta petrolera, tan cuestionada por el propio gobierno de la boca
para afuera, pero muy practicada a favor de esa burguesía parasitaria; de
forma adicional, el lunes 13-2 el presidente Maduro anunciaba que, a través de la “Misión Venezuela
Bella”, el gobierno repararía alrededor de 1750 templos o sedes de iglesias
católicas y evangélicas (el 4% del presupuesto nacional de este año está
destinado a las religiones, ¡pero solo el 2% a ciencia y tecnología!).
Entonces, Freddy, ¿dices que tus números demuestran que “no hay” dinero para
los salarios? ¿Para qué y para quién hay, y para qué y para quién no hay dinero
en Venezuela? Preguntamos… por una duda que tienes. Agreguemos los dineros que se usan
para pagar tarimas, sonidos y movilizaciones en actos políticos... y pare usted de contar.
Por su parte, durante la presentación de memoria y cuenta el pasado
mes de enero, el Presidente Maduro anunció que la recaudación tributaria de Venezuela había
ascendido a 4.744 millones de
dólares, además de 522 millones obtenidos por exportaciones, lo cual contribuyó
con el crecimiento económico del
país en un 17%, el mayor del continente latinoamericano. Comentó sobre temas como el desempleo,
abastecimiento alimenticio y otros. Sin embargo, no mencionó asuntos relevantes como el notable crecimiento de la desigualdad social, el
aumento de salarios, el bono único prometido a los jubilados el 1º de mayo de
2022 o bien los altos índices de inflación.
La más importante
omisión del presidente, no considerada por los ideólogos o think tanks oficialistas,
es la no mención de los ingresos petroleros, las ventas de oro,
litio, níquel y demás productos extraídos del llamado Arco Minero. Estas
cuentas permitirían conocer, entre otros aspectos relevantes, el coste
necesario para establecer un salario digno. Cualquier contador lo vería. Sin
embargo, esa “omisión” no solo se ha detectado
en el anuncio presidencial, sino también en la narrativa de muchos otros cargos
públicos, tales como ministros, gobernadores y alcaldes. En todo caso, aquí nadie rinde cuentas de
nada. Ya saben, culpa del bloqueo.
Y si acaso la
manipulación de estos personajes no fuera suficiente, Freddy Gil continúa con
su libreto lleno de mentiras acusando al PCV de tener vínculos con la derecha y
de abandonar la reivindicación de Pascualina de indexar el salario mínimo a un (1) Petro. Esto es falso: el PCV
mantiene firme su exigencia de aumentar el salario mínimo indexado a la canasta
básica alimentaria, nada diferente a lo expresado en el Art. 91 de la
Constitución. Al hablar sobre supuestos vínculos con la derecha, recordemos lo
que sucede a simple vista cuando exigimos salarios y condiciones laborales más
amplias: dos (2) ex-diputados que desearon lo peor contra el presidente Chávez
comparten mesa contigo en el Psuv, Freddy, entre ellos Hernán Núñez y Hermann Escarrá. Este último acusó en 2008 al Presidente Hugo Chávez
ante la Corte Penal
Internacional de La Haya por crímenes de lesa humanidad. Esos son tus
camaradas, “los más chavistas que Chávez”.
Para culminar, el PCV ha participado en los acontecimientos del movimiento comunista internacional, en especial durante la declaración emitida al “XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Cuba”, realizado en octubre de 2022. En dicha declaración condenamos la política intervencionista del capitalismo, las ocupaciones militares, las tensiones derivadas de disputas territoriales y los conflictos bélicos en distintas escalas; asimismo, denunciamos la situación que se vive hoy en Venezuela. Ese documento fue suscrito por más de 60 partidos comunistas a nivel mundial, demostrando, de forma clara, que el partido comunista es una sola fuerza mundial, solidaria y anti-imperialista. Nadie la iguala en eso. En lo que no vamos a pensar siquiera es en emular a otros pactando con la derecha dentro ni fuera del país; para nada ha servido eso diferente a perdonar, a cambio de migajas, a criminales y embaucadores que hoy tienen al presidente Maduro gimiendo porque “lo engañaron” con el cuento de los $ 3.500 millones. ¡A muchacho pa’ grande!
Ah, y el Psuv no podrá hacernos retroceder ante las agresiones que viene
cometiendo para intentar intervenir al PCV. Nuestra consigna es clara: ¡Gobierne quien gobierne, los
derechos del pueblo se defienden!
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