Armiche Padrón,
Responsable de la Escuela de Cuadros
del Comité Central "Olga Luzardo",
Y es que la ausencia de un análisis de clases (sustituido de forma permanente por el análisis étnico y moralista) les impide a muchos saber, a otros reconocer y a muchos más explicar que después de Carabobo, la lucha de clases recrudeció, no ya contra la Monarquía Española, sino contra la clase dominante que controla la naciente República y que se concreta en los terratenientes, los mercaderes (incipiente burguesía comercial) y la misma Iglesia quienes mantienen la estructura económico-social basada en la esclavitud y el enfeudamiento de la mayoría de la población, negándose a incorporarse a las avanzadas progresistas democrático-burguesas dominantes en el mundo para ese entonces.
Si bien es cierto los bolivarianos retomaron la historia en el discurso político, incluso la rescataron para inducir a la movilización de las masas; no es menos cierto que la misma no trasciende, ni en la forma ni en el contenido, a la concepción tradicional que ve al periodo independentista desde una óptica moral sin entender su contenido de clases. Mención aparte el hecho que ya no interesa movilizar a las masas no sea que estén entrenadas cuando comience la respuesta popular ante el descarado avance neoliberal del S. XXI.
Se niega el poder burgués dominante en Venezuela desde 1811, a incorporar el análisis de clase por las consecuencias que ello acarrea, y mantiene su estrategia de seguir construyendo una "identidad nacional" muy específica.
El carácter moral de la historia conduce a ver buenos y malos de acuerdo a lo que la moral dicta, sin atender ni entender que la moral sufre cambios en el tiempo y que lo que ayer era aceptable hoy puede ser una aberración o viceversa. Esta forma de entender lo histórico y de discursear sobre su base, "obliga" a solapar elementos importantes, cuando no a simplemente despacharlos de manera frágil e inocua: por ejemplo; ¿por qué no se estudia que el famoso Decreto de Guerra a Muerte (1813) encontró en los mismos patriotas dos interpretaciones (la revolucionaria en José Félix Ribas y la reaccionaria en Juan Bautista Arismendi)?, ¿por qué no dar luz al pensamiento avanzado y revolucionario de Miranda, Piar, Bermúdez y Jose Félix Ribas, por nombrar algunos, que propugnan mucho antes que Bolívar la medida revolucionaria del fin de la esclavitud como complemento a la progresista idea de la liberación nacional, y que llevan al Libertador en 1821 en carta a Pedro Gual a reconocer "me avergüenza decirlo, la independencia es el único bien que hemos logrado"?. Por qué no hablar del saqueo republicano sobre tierras baldías (nacionales y municipales) y la ley de repartos que socializó la propiedad privada de la tierra en manos de los terratenientes?. ¿Por qué Bolívar muere en solitario acorralado por fuerzas reaccionarias?, ¿qué paso con aquellos que con él representaban el pensamiento más avanzado para el momento?. ¿Por qué negar que la primera insurgencia donde el concepto Patria y la tentativa de liberar esclavos se produce mucho antes de la Sociedad Patriótica con el movimiento liderado por Juan Francisco de León que aglutina pardos, blancos de orilla y esclavos, y donde los blancos criollos y su descendencia eran oposición recalcitrante?
Muchas son las preguntas que la historiografía solapa al calor de los intereses de clase a los que responde. La consecuencia es una "identidad nacional" desmovilizada bajo el influjo del mesianismo y del caudillo como figura única, capaz de desatar las tempestades.
La necesidad de reconstruir una HISTORIA (ahora sí, con mayúscula) está íntimamente relacionada con la necesidad de construir una Identidad Nacional y una Conciencia de Clase basadas en el internacionalismo, en el rescate del mestizaje como punto de encuentro-insubordinación, en la comprensión científica y revolucionaria de la insurgencia histórica de nuestro pueblo y del proceso revolucionario que durante décadas se viene desarrollando.
Solo una Historia estudiada, reconstruida y construida sobre bases científicas podrá permitir la movilización permanente de las masas trabajadoras en pro de avanzar, y no seguir dando vueltas en torno a un régimen capitalista que se disfraza cada cierto tiempo gracias al esfuerzo de la pequeña burguesía (sea esta progresista o reaccionaria) por innovar conceptos e ideas.
Solo una Historia estudiada, reconstruida y constituida desde el epicentro de la estructura económico-social venezolana, será capaz de darle al resto de las clases y capas sociales una real dimensión de su construcción histórica, por tanto de su naturaleza, carácter y papel en este momento y los por venir.
Solo una Historia estudiada, reconstruida y constituida desde el materialismo histórico permitía entender quien es el sujeto histórico verdadero para avanzar, dejando idealismos, pócimas mágico-religiosas y cultos reaccionarios para los mutilados de la Historia: esos que se presentan como "nuevos" pero en verdad son parte del pasado, reciente y lejano.

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