Lo Más Reciente

viernes, 25 de junio de 2021

La coyuntura electoral y las tareas de los comunistas

 Armiche Padrón
Sec. Político Regional-Sucre del PCV, 
Cumaná, 25 de junio de 2021.

 

Dip. Armiche Padrón

La compleja lucha de clases que se vive en Venezuela podemos caracterizarla como de “desplazamiento de clases” en el que se dan reacomodos en el seno del bloque burgués, generando no pocas contradicciones al interior de la burguesía, y de esta con la pequeñaburguesía y con el resto de capas sociales y el proletariado.

 

Uno de los mecanismos empleados por el PSUV para garantizar su ejercicio de poder, ha sido el permanente ejercicio electoral como forma predominante para garantizar la expresión de elementos de fuerza y legitimidad en el Poder. El hecho de poseer sendos recursos del Estado y una maquinaria electoral real sostenida por aquellos, ha sido la garantía para sortear los embates de sus adversarios externos e internos por esta vía. 

 

Sin embargo, las últimas elecciones dan un “dato objetivo”1 que corrobora una tendencia que se viene acelerando: la pérdida de más de dos (2) millones de votos en el PSUV-GPP se une a una tenue tendencia de reagrupamiento electoral de la derecha venezolana.

 

El giro táctico dado por el Partido en el 2020 permitió fortalecer un escenario en el cual el proletariado pueda reconstruir una alianza bajo su dirección en el contexto de la APR. No exenta de problemas (debilidades orgánicas de muchas de sus organizaciones participantes y el predominio de tendencias oportunistas, entre otras) se logra avanzar y salir airosos (no puede concluirse de otra manera atendiendo el nivel de ataques que sufrimos en dichas elecciones y el contexto en el cual se realizaron) por el momento: pero esas debilidades deben ser precisadas y atendidas de manera correcta por el Partido.

 

Como planteaba Lenin en 18952, hay que definir el “obstáculo principal” y pareciera que también es nuestro caso: lo es el Gobierno. Sin embargo, ello no da placet para olvidar el cuadro de la lucha de clases en el que está inmerso. 

 

Para el Partido Comunista la APR solo es válida en la medida en que como frente político de masas, bajo la dirección del proletariado revolucionario, garantice un marco amplio de alianzas con base en el Programa Mínimo (el mismo esbozado en la XIII Conferencia Nacional del 2014 y el cual debe ser trabajado en lo formal para su presentación como Propuesta de Alternativa Revolucionaria a la Crisis) y no solo en torno al deslinde-ruptura, ruptura-deslinde con Maduro.

 

La XV Conferencia Nacional recién realizada definió elementos generales a este nuevo escenario en base al fortalecimiento del deslinde, confrontación y acumulación de fuerzas. Esta orientación se realizará ahora en el contexto de una “megaelecciones” determinadas por lo regional en un contexto de francas contradicciones internacionales y nacionales:

 

1-. Los acuerdos3 en desarrollo generan un saldo de contradicciones ante el avance de las transnacionales norteamericanas, el deseo de las europeas por insertarse y el temor de aliados (Rusia, China, Irán, Turquía…) que ven mermar sus posibilidades y peligrar sus inversiones4

 

2-. Los acuerdos generan una recomposición en el seno de la burguesía venezolana, y el sector industrial sigue siendo el menos favorecido en todo este proceso en el cual ahora advierte la posibilidad del ingreso definitivo de una competencia contra la cual no podrá hacer frente. Sigue dominando el bloque en el poder la fracción comercial-importadora (desde el pasado siglo) y la financiera (esta desde los 80’s cohabitando con aquella) pero con cambios de representantes..., y por tanto de actores (internacionales)5.

 

3-. Los acuerdos generan una recomposición a lo interno del heterogéneo movimiento de clases que representa al chavismo institucionalizado. Las fracciones principales en su seno luchan por consolidar un mando unificado. Es importante analizar como Chávez deja como herencia un “Partido” compuesto por dos alas: una que representa al Partido y la unión cívico-militar y la otra representados al Gobierno y todo su poder económico y mediático; ambos sectores comienzan paulatinamente a mostrar que sus intereses se van distanciando y, tal y como ocurrió con el peronismo, no es difícil entender un proceso de archipielagización del chavismo en razón de la policromía de intereses de clase en su seno.

 

4-. Los acuerdos están generando una recomposición de las alianzas de clases de todos los intereses existentes:

 

    1. Donde el proletariado en términos generales pierde su referente “tradicional” inserto en el chavismo (pequeñaburguesía), lo cual es aprovechado por los comunistas para generar una política de irrupción autónoma y propia en la llamada escena política a partir del giro táctico 2020.

    2. Donde la burguesía alimenta, por ahora, dos grandes bloques de la oposición (la liberal y la de ultraderecha) representativos de intereses transnacionales con actores políticos de referencia para ambos boques.

 

En este contexto asistimos a una coyuntura donde la pequeñaburguesía (pequeños empresarios y comerciantes, capas medias profesionales, funcionarato público, campesinos…) no expresan electoralmente aun, sino su progresiva desazón ante el chavismo y su indefinición ante una alternativa. En términos clásicos, la pequeñaburguesía (mayoría de la población venezolana) duda entre la gran y mediana burguesía y el proletariado revolucionario6.

 

Si asumimos estas consideraciones las tareas del Partido están claras a partir de la consideración determinante del marxismo-leninismo: «es necesario preparar a fondo la Revolución»7; lo que significa planificarla y organizarla. 

 

Por ello la primera tarea es conquistar las masas sin olvidar objetivos y principios. Debemos «oponer de la manera más serena y exacta la apreciación de las fuerzas reales de clase y los hechos indudables a los lloriqueos y el pánico de los filisteos del reformismo y del revolucionarismo»8 y en este sentido la XV Conferencia dio claro ejemplo de que vamos en esa senda.

 

La decisión de participar en el escenario electoral por venir, debe inscribirse en profundizar la confrontación con las “nuevas alianzas” imperialistas del Gobierno y su política de orientación neoliberal: debemos mantener como contenido de nuestras consignas, el rescate del salario9 por ser el elemento que unifica a un denso sector de la pequeñaburguesía golpeada en estos últimos años, pero también debemos generar consignas (expresión política) que atraigan a los pequeños empresarios y comerciantes, al campesinado…, y en eso es necesario recordar a Marx y Engels en su análisis (principios tácticos) de cómo enfrentar al partido (alemán) representante de la pequeñaburguesía y con unas fortalezas muy parecidas a las del PSUV.

 

Resumamos estos principios con base en tres elementos: (1) el adversario, (2) la actitud del Partido del proletariado ante el partido de la pequeñaburguesía y, (3) las elecciones.

 

1-. El Adversario:

 

«mientras el partido democrático, el partido de la pequeña burguesía, fortalecía más y más su organización en Alemania, el partido obrero perdía su única base firme, a lo sumo conservaba su organización en algunas localidades, para fines puramente locales, y por eso, en el movimiento general, cayó por entero bajo la influencia y la dirección de los demócratas pequeñoburgueses. Hay que acabar con tal estado de cosas, hay que restablecer la independencia de los obreros»

(…)

«el partido democrático, más peligroso para los obreros que lo fue el partido liberal, está integrado por los tres elementos siguientes:

I. Por las partes más progresistas de la gran burguesía, (…)

II. Por la pequeña burguesía democrático-constitucional, (…)

III. Por los pequeños burgueses republicanos, (…)

(…) todas estas fracciones se llaman republicanas o rojas, exactamente como los pequeños burgueses republicanos de Francia se llaman hoy día socialistas.»

(…)

El partido democrático pequeñoburgués es muy poderoso (…) Abarca no solamente a la enorme mayoría de la población burguesa de las ciudades, a los pequeños comerciantes e industriales y a los maestros artesanos, sino que también le siguen los campesinos y el proletariado rural, en tanto este último no ha encontrado aún el apoyo del proletariado urbano independiente.


2-. La Actitud del proletariado ante la pequeñaburguesía:

 

«La actitud del partido obrero revolucionario ante la democracia pequeñoburguesa es la siguiente: marcha con ella en la lucha por el derrocamiento de aquella fracción a cuya derrota aspira el partido obrero; marcha contra ella en todos los casos en que la democracia pequeñoburguesa quiere consolidar su posición en provecho propio

«(…) la pequeña burguesía democrática tiende a un cambio del orden social que pueda hacer su vida en la sociedad actual lo más llevadera y confortable»

(…)

«La cuestión es, pues, saber cuál ha de ser la actitud del proletariado y particularmente de la Liga frente a la democracia pequeñoburguesa»

(…)

«Para luchar contra un enemigo común no se precisa ninguna unión especial»

(…)

«los obreros deben procurar, ante todo y en cuanto sea posible, contrarrestar los intentos contemporizadores de la burguesía y obligar a los demócratas a llevar a la práctica sus actuales frases terroristas. Deben actuar de tal manera que la excitación revolucionaria no sea reprimida de nuevo inmediatamente después de la victoria. Por el contrario, han de intentar mantenerla tanto tiempo como sea posible. »



1-. Las elecciones:

 

«al lado de los candidatos burgueses democráticos figuren en todas partes candidatos obreros, (…) Incluso donde no exista ninguna esperanza de triunfo, los obreros deben presentar candidatos propios para conservar la independencia, hacer un recuento de fuerzas y demostrar abiertamente a todo el mundo su posición revolucionaria y los puntos de vista del partido. Al mismo tiempo, los obreros no deben dejarse engañar por los alegatos de los demócratas de que, por ejemplo, tal actitud escinde el partido democrático y facilita el triunfo de la reacción. Todos estos alegatos no persiguen más fin que el de embaucar al proletariado»

(…)

«Los obreros deberán llevar al extremo las propuestas de los demócratas, que, como es natural, no actuarán como revolucionarios, sino como simples reformistas. Estas propuestas deberán ser convertidas en ataques directos contra la propiedad privada. Así, por ejemplo, si los pequeños burgueses proponen el rescate de los ferrocarriles y de las fábricas, los obreros deben exigir que, como propiedad de los reaccionarios, estos ferrocarriles y estas fábricas sean simplemente confiscados por el Estado sin ninguna indemnización. Si los demócratas proponen impuestos proporcionales, los obreros deben exigir impuestos progresivos. Si los propios demócratas proponen impuestos progresivos moderados, los obreros deben insistir en un impuesto cuya tarifa crezca en tales proporciones que provoque la ruina del gran capital; si los demócratas piden la regularización de la deuda pública, los obreros deben exigir la bancarrota del Estado. Así pues, las reivindicaciones de los obreros deben regirse en todas partes por las concesiones y medidas de los demócratas.»

 

En alguna medida es la línea que hemos venido recorriendo sin que la misma calce totalmente con los planteamientos de Marx y Engels.

 

Si atendemos el último punto referido a las elecciones debemos considerar algunos elementos:

 

1.- Debemos lograr el reconocimiento de que nuestros candidatos representan a los trabajadores (en sus diversas formas) y por tanto, portadores de un Programa (Mínimo10) que les otorga una “independencia” con respecto al partido pequeñoburgués y el resto de organizaciones.


2.- Las propuestas a la elección deben:

 

  • Centrarse en el “salario” como elemento aglutinante de una masa tan heterogénea como la que se pretende conquistar, partiendo de la comprensión de que en los asalariados está la gran víctima de la crisis y de las políticas económicas del Gobierno. 
  • Desarrollar el Programa Mínimo en razón de propuestas y consignas que golpeen las políticas económicas del Gobierno, que golpeen las «concesiones y medidas de los»… reformistas en el marco de sus acuerdos con la burguesía y el Imperialismo, que se convierta en «ataques directos contra la propiedad privada» de manera directa, digerible y creadora de consciencia para los amplios sectores que procuramos conquistar.

 

Para ello es importante pasar por el momento del Congreso Fundacional de la APR el cual, insistimos, para los comunistas es la construcción de un gran frente de masas político, expresión de una nueva alianza de clases esencialmente revolucionaria, que debe estar orientado y dirigido por el proletariado revolucionario.

 

En este Congreso de manera práctica, el único Partido (y no solo hablamos en términos legales sino sobre todo orgánico) de carácter nacional, histórico y de clase es el Partido Comunista. Un Partido que viene marcado por el enorme, histórico y profundo debate que nos permitió en el XIII Congreso (extraordinario) del 2007 derrotar a las corrientes oportunistas y liquidadoras de derecha; y replantar el objetivo histórico de nuestro Partido: la Revolución Socialista Proletaria y la instauración de la Dictadura del Proletariado.

 

En este escenario nos toca aglutinar, atraer, organizar e impulsar a densos, heterogéneos y contradictorios actores y debe ser nuestro Programa Mínimo el punto de confluencia. Nos toca en este escenario impedir el fortalecimiento de corrientes e individualidades oportunistas que ya a finales de año demostraron su actitud hacia el Partido Comunista y hacia el contenido político de la APR. Nos toca impedir el avance del pequeño sector hiperrevolucionario, derrotado en la XV Conferencia Nacional, que pretende acelerar los tiempos de manera desquiciada.

 

Pero también nos toca entender que...

 

«la tarea más importante (…) es conquistar a nuestro lado la mayoría del proletariado.

(…) [que] no entendemos esta conquista de la mayoría de una manera formal, como lo entienden los caballeros de la “democracia” pequeñoburguesa.

(…) [que] Es posible lograr una conquista semejante aun cuando la mayoría del proletariado vaya formalmente tras jefes burgueses (…) o cuando la mayoría del proletariado vacila»11

 

Con este Congreso Fundacional debemos alcanzar la creación de ese amplio frente político de masas, en el cual, deberemos ser conscientes que se dará la lucha de clases en términos ideológicos y políticos en la medida en que se avance;... de inmediato a su constitución debemos ir preparando la Revolución. 

 

Vamos al Congreso Fundacional de la APR bajo la consigna marxista-leninista: «golpear juntos y marchar separados, vigilar al aliado lo mismo que al enemigo»12

 

Es importante, y esto lo rescato del debate de la XV Conferencia Nacional, el tratamiento a dar al denominado chavismo.

 

Partamos nuevamente por Lenin, quien en 1921 explicaba:

 

«…vencimos porque adoptamos y pusimos en práctica, no nuestro programa agrario, sino el eserista»13

 

Para Lenin, y para nosotros debe ser igual, el proceso revolucionario posee el elemento cualitativo (el proletario revolucionario) y el cuantitativo (las masas populares). Para él la densidad de este último se referenciaba en el seno del campesinado (que a diferencia de otros sectores pequeñoburgueses posee una formidable incidencia en la construcción socialista por lo cual requiere una atención especial, y primordial); por lo que atraer a esas masas pequeñoburguesas (especialmente las campesinas) era un objetivo táctico.

 

Nuestro Partido debe en ese sentido, y sobremanera actuando en el campo electoral, definir prioridades de orden cuantitativo. La masa de asalariados es en este sentido, como hemos dicho, es fundamental. Una masa que aún respira en el llamado “legado de Chávez” (quien levantó las banderas de la revolución democrática burguesa inconclusas en Venezuela) y que, siguiendo el ejemplo de Lenin, podemos colocar de nuestro lado “adoptando y poniendo en práctica” parte de ese legado. No es alocado plantear que los eseristas (de izquierda) fueron a Lenin lo que el chavismo al PCV. Los «comunistas de izquierda»14 en nuestro Partido “lloriquean” como decía Lenin, ante tal blasfemia pues desvía al Partido de su senda. Lenin fue claro:

 

«Nos abrimos paso [asumiendo el programa agrario eserista] porque no olvidamos ni nuestros objetivos ni nuestros principios y no consentimos la permanencia en nuestro Partido de gentes que silenciaban los principios y hablaban de los objetivos (…) Debemos preparar la Dictadura»15

 

En estos momentos, con la maduración que posee la lucha de clases en Venezuela, con el nivel de contradicciones interimperialistas presentes en el escenario internacional, es hora de que el Partido Comunista comience a perfilar el carácter de la Revolución Proletaria venezolana y los caminos a seguir para la consolidación de la Dictadura del Proletariado. 

 

Permitir la subestimación de las capacidades del Partido, del Proletariado y de las masas populares no es una opción para nosotros: organizar la Revolución es nuestro deber histórico.

 

Seamos como Lenin, autocríticos, al igual que él esperó demasiado de la revolución de 1905, nosotros esperamos demasiado de Chávez: «confiábamos en las reformas "desde arriba"; pero mientras esperábamos, el tiempo ha hecho su obra», para más adelante cerrar la autocrítica diciendo «nuestro deber, pese a todo, es acudir al pueblo. Hubiéramos debido hacerlo antes»16.


1 Es difícil asumir la data oficial del CNE (institución del Estado burgués, por tanto con intereses de clase) como real, sin embargo permite dibujar algunos procesos que se evidencian en otros ámbitos como el político.

2 Proyecto y Explicación del Programa del Partido Socialdemócrata.

3 Los Acuerdos gestados en Santo Domingo expresan el pacto de reacomodo burgués venezolano con la venia de diversos intereses imperialistas, en los cuales la pequeñaburguesía, en sus variadas expresiones mantendría la dirección de la institucionalidad del Estado burgués.

4 La visita de un exactor como Seagal a Miraflores en nombre del Gobierno Ruso, no puede entenderse desde la óptica de la farándula; máxime cuando la Diplomacia posee unos discursos, un ceremonial, en fin, un conjunto de códigos que valen más que las misivas y las declaraciones. No se envía a un representante de la Cancillería o del Gabinete Económico, sino un amigo-imagen del Gobierno.

5 Ya hemos adelantado en La salida de Rajoy en perspectiva de clases (junio del 2014) elementos en esta dirección que el tiempo comprueba.

6 «En un país como Rusia, el enorme predominio del elemento pequeñoburgués y la ruina (…) la extrema agudización de la miseria y las calamidades del pueblo (…) engendran vacilaciones particularmente acusadas en los ánimos de las masas pequeñoburguesas y semiproletarias. Estas vacilaciones llevan unas veces a estas masas hacia el fortalecimiento de la alianza con el proletariado y otras hacia la restauración burguesa» Lenin ( ) Sobre la desviación sindicalista y anarquista en nuestro Partido (Proyecto Inicial de Resolución del X Congreso del PC (b).

7 LENIN (1921); Discurso en Defensa de la Táctica de la Internacional Comunista.

8 LENIN (1921); Nuevos Tiempos y Viejos Errores bajo una Nueva Apariencia.

9 Sustentado por Marx en Miseria de la Filosofía (1846), como elemento táctico entre la clase obrera en el momento de preparación para la batalla política: «La gran industria concentra en un mismo sitio a una masa de personas que no se conocen entre sí. La competencia divide sus intereses. Pero la defensa del salario, este interés común a todos ellos frente a su patrono, los une en una idea común de resistencia: la coalición (…) En esta lucha (verdadera guerra civil) se van uniendo y desarrollando todos los elementos para la batalla futura. Al llegar a este punto, la coalición toma carácter político.» (p. 45)

10 Ya esbozado por el Partido Comunista de Venezuela.

11 LENIN (1921); Carta a los Comunistas Alemanes.

12 LENIN (1905); La Socialdemocracia y el Gobierno Provisional Revolucionario.

13 LENIN (1921); Discurso en Defensa de la Táctica de la Internacional Comunista.

14 LENIN (1918); Acerca del Infantilismo “Izquierdista” y del Espíritu Pequeñoburgués.

15 LENIN (1921); Discurso en Defensa de la Táctica de la Internacional Comunista. (subrayado nuestro).

16 LENIN (1905); Mientras el proletariado lucha, la burguesía se desliza furtivamente hacia el poder.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario