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lunes, 10 de mayo de 2021

¡Macondo... estás perdonado!

Clodovaldo Hernández
laiguana.tv, mayo de 2021. 

[El presente corresponde al apartado final de la última entrega dominical del periodista Clodovaldo Hernández, cuyo título original es "¿Será cierto que con el nuevo CNE la oposición ya ganó todas las elecciones?". Allí arremete, desde una fuente demasiado afín al gobierno nacional, contra la decisión "unánime" de la AN de convertir en rectores principales del CNE a dos (2) señores opositores cuyos prontuarios de acciones politiqueras, incluso contra ese mismo organismo, resultan de armas tomar. Claro, los pactos con la "oposición democrática, patriota y nacionalista" dan para eso y más (Ndecc)]. 

Periodista Clodovaldo Hernández. 
Cavilaciones domingueras: surrealismo y realpolitik

La política tiene rasgos surrealistas en todas partes del mundo, incluso en los países a los que no se les atribuye fama de ser así. Por supuesto que, por estos parajes nuestros, ese surrealismo se intensifica. Por ejemplo, en la designación del nuevo CNE hay detalles que hubiesen quedado muy bien en Macondo, antes de que a Aureliano Buen día lo pusieran frente al pelotón de fusilamiento.

Sin duda, es muy surrealista esto de que Roberto Picón, luego de estar preso, acusado de haber tratado de sabotear un proceso electoral, sea ahora uno de los rectores del CNE, sin que previamente se le haya declarado inocente de ese y otros graves cargos que se le imputaron hace apenas cuatro años.

Según el expediente del caso y la explicación que dio el presidente Maduro sobre su detención en aquel momento, Picón planeaba hackear al CNE para sabotear las elecciones de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. Estuvo seis meses preso y fue liberado por decisión de la misma Constituyente a la que pretendió boicotear. No está claro si la causa fue sobreseída, si fue beneficiario de un indulto o si se le declaró inocente. Lo que sí se sabe es que la acusación pública no fue nunca retirada ni rectificada. Él salió en libertad por una medida de gracia política.

Sobre el fondo del asunto hay dos posibilidades: la primera es que la acusación fue infundada y a Picón se le debería declarar inocente y hasta presentarle excusas; la segunda, que el hombre, ciertamente, planeaba sabotear una elección, con el agravante de que lo hizo en medio de la crisis política derivada de la ola de violencia guarimbera de aquellos días, en cuyo caso cualquier venezolano (sobre todo si es chavista o independiente) podría preguntarse cómo se permite que un señor tan peligroso como ese sea rector del CNE.

Esta pregunta, por cierto, se la pueden hacer con mucha más justificación los que se postularon para ese cargo teniendo un expediente inmaculado en el que no aparece ni siquiera una detención juvenil por pintar un grafiti, y sin embargo, fueron eliminados por las muy exigente y estrictas comisiones parlamentarias. Si alguno de estos aspirantes no admitidos está leyendo esto, les ofrezco una posible respuesta: surrealismo político mezclado con realpolitik.

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