Luis Salas,
Twitter, mayo de 2021.
![]() |
| Econ. Luis Salas. |
A partir de lo planteado en el artículo comento lo siguiente: la revisión de las políticas económicas no pasa por un problema "ideológico" sino de desempeño.
A Deng Xiaoping, el líder chino que avanzó en las reformas de apertura, se le atribuye la frase “no importa si el gato es negro o blanco, mientras pueda cazar ratones es un buen gato”. Nadie duda que el gato chino caza ratones, no obstante, ese no parece ser el caso nuestro.
En el caso de la hiperinflación, si nos atenemos a los indicadores del BCV y a la definición convencional, vamos para 42 meses conviviendo con ella, lo que nos ubica de 3ros. en el ranking mundial de las más largas solo superados por Nicaragua (58 meses) y Grecia (56).
De estos 42 meses, 33 corresponden al período de aplicación del conjunto de medidas destinadas a erradicarla: es decir, casi el 80% del tiempo.
En el caso de los salarios es poco probable que exista en la historia de los dos últimos siglos un caso de pulverización tal en magnitud y velocidad. Desde finales de 2012 a la fecha, el mínimo pasó de 476 $ mensuales (a tipo de cambio oficial) a 3,5 $: una caída de -99,2%. Medido contra la canasta alimentaria normativa, compuesta por 50 productos representativos del consumo de una familia promedio de 5 personas durante un mes, aquel salario era más que suficiente.
El de hoy día difícilmente alcanza para una unidad de si acaso dos productos de la misma. Si sacamos la cuenta desde el día 1 de las reformas de 2018, el salario mínimo actual es diez veces inferior al de entonces: 30 $. Si lo sacamos con el promedio latinoamericano (330 $) es 110 veces inferior.
Desde la reconversión a la fecha, el tipo de cambio oficial ha variado 4.733.998% lo que supone una devaluación del -99,99999...%.
En cuanto a la contracción de la economía, es por lejos la más severa de la historia reciente nacional y mundial con 7 años consecutivos de caída del PIB. No tenemos cifras oficiales desde principios de 2019, pero extraoficialmente y según instancias como la CEPAL la de los dos últimos años supera el -20% anual.
En el acumulado, la economía venezolana tiene actualmente entre un cuarto y un tercio del tamaño que tenía en 2012, debacle solo comparable a la de países arrasados por guerras o catástrofes naturales.
Y los pronósticos para 2021-22 no son esperanzadores.
Desde luego, existen factores “externos” que ayudan a explicar este cuadro. El primero es el bloqueo.
Luego el tema petrolero, tanto el mercado mundial como la situación de PDVSA. A lo que se agrega la complicada situación de la economía mundial, ya bastante mala antes del COVID19 y peor a partir del mismo. Lo que esto significa es que no puede achacarse exclusivamente a las políticas económicas el cuadro crítico. Pero tampoco es verdad lo contrario: que todo se deba solo al bloqueo y los factores exógenos.
En este sentido, una revisión como la planteada no solo es pertinente: es urgente. Y esperamos todos en nombre del presente, pero sobre todo el futuro, que se dé en los términos amplios y propositivos que se requiere.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario