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jueves, 5 de noviembre de 2020

LLAMAMIENTO A LA CLASE TRABAJADORA VENEZOLANA

www.prensapcv.wordpress.com
4-11-2020. 

Organicemos la ofensiva de clase por nuestros derechos y por una salida revolucionaria a la crisis


Contra las políticas neoliberales 
del oficialismo... ¡A LA CALLE! 
La crisis del sistema capitalista mundial, en su fase imperialista, agravada por la pandemia global del nuevo Coronavirus, agudiza las contradicciones de clase en medio de la fuerte ofensiva del capital contra las conquistas y derechos de las y los trabajadores. La promesa de una “nueva normalidad” bajo dominio de los monopolios transnacionales, despunta como la imposición de un orden mundial extremadamente autoritario a favor de las ganancias monopolistas, pretendiendo el desmontaje de las relaciones de trabajo con derechos, la destrucción de los sistemas públicos de seguridad social y minando las capacidades defensivas y de resistencia de los pueblos. Tales pretensiones amplia y profundiza las contradicciones intrínsecas del capitalismo en el planeta y le plantea a la clase obrera y a los pueblos la necesidad de relanzar una agenda de lucha por la derrota del sistema. Las fuerzas clasistas del movimiento obrero y sindical, agrupadas en la Federación Sindical Mundial (FSM), enfrentan ese desafío con una creciente necesidad de fortalecimiento, confrontando al sindicalismo reformista y desclasado, expresado en la Confederación Sindical Internacional (CSI) y demás referentes continentales y nacionales del sindicalismo patronal y embaucador, que anteponen la tesis de la conciliación de clase y la rendición de las masas trabajadoras frente a las clase explotadoras y opresoras. Sea oportuna la reafirmación de nuestra adherencia con los principios del sindicalismo clasista y nuestra identidad con la FSM y el consecuente papel que -en articulación con los partidos revolucionarios de la clase obrera y en alianza con el conjunto de las fuerzas sociales que luchan- ha cumplido históricamente, de unificar y movilizar a las fuerzas de la clase obrera contra el imperialismo, en defensa de los derechos de las y los trabajadores y por la derrota del régimen de explotación capitalista, cuya existencia es la causa fundamental de las injusticias y calamidades que sufren los pueblos. En tal sentido, no respaldamos ninguna propuesta de nueva organización internacional –pretendidamente “de la clase obrera” y “antimperialista”- que abre espacios protagónicos al reformismo político y sindical y que pretende el debilitamiento del clasismo internacional. Lo anterior no niega la posibilidad de escenarios de unidad de acción internacional y nacional, en el desarrollo de la lucha de clases, para enfrentar adversarios comunes y avanzar. En Venezuela, la crisis del capitalismo dependiente y el colapso del rentismo petrolero, con el agravante a partir del 2017 de las devastadoras agresiones económicas imperialistas, ha evidenciado las limitaciones del proceso de cambios de carácter reformista, bajo dirección de la pequeñaburguesía, que en los últimos años ha devenido en un proceso regresivo que desmonta las conquistas alcanzadas por el pueblo trabajador y administra la crisis con políticas que solo sirven a los dueños del capital y deterioran aun más las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera y del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, particularmente a partir de la liberalización económica establecida abiertamente desde el 2018 con el total desmontaje de los controles sobre precios, tasas de cambio y margenes de ganancias, entrega y traspaso de medios de producción del Estado a manos del sector privado, subsidios a la burguesía, destrucción del costo de la fuerza de trabajo, creación de condiciones para la desregulación y flexibilización laboral. Continúan y se profundizan procesos de pérdidas de empleos, sobre-explotación y precarización del trabajo, amparados los patronos en la actual desmovilización y fragmentación de los movimientos laborales, en la infuncionalidad y parcialidad de Inspectorías del Trabajo y en las facilidades para justificar, durante la cuarentena, medidas de “flexibilización” que van dirigidas al ahorro de costos en los procesos productivos, a través de reducir personal, modificar unilateralmente condiciones de trabajo, desmejorar y desaplicar convenciones colectivas y sustituir personal formal por tercerizado.

Las consecuencias de la crisis del capitalismo dependiente y rentista de Venezuela y los efectos terribles de las medidas criminales que aplican Estados Unidos y sus socios-lacayos contra Venezuela, las estamos soportando los trabajadores y trabajadoras, activos y jubilados/jubiladas, las y los campesinos pobres, el pueblo trabajador de la ciudad y el campo, los que no somos propietarios de empresas ni de grandes extensiones de tierras, ni manejamos negocios millonarios lícitos e ilícitos, ni ostentamos altos cargos burocráticos del Estado burgués. En medio de esa situación catastrófica, el Gobierno Nacional, con su política económica y laboral, protege a la burguesía y a la alta burocracia corrupta, mientras propicia la absoluta indefensión y precarización de las masas trabajadoras. La política económica que cuestionamos ha sido elevada a rango de “ley constitucional”, mediante la aprobación de la denominada “Ley Antibloqueo”, que desbloqueará reprivatizaciones y facilidades de negocios lucrativos para capitales foráneos y nacionales, a expensas del debilitamiento del Estado venezolano, de la vulneración de la soberanía nacional y en perjuicio de los intereses de la clase obrera y del pueblo trabajador en general. Con una retórica que utiliza como justificación el bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales, fue aprobada esa ley que, sin debate público nacional y sin someterse a referendo popular aprobatorio, le otorga al Poder Ejecutivo atribuciones no previstas en la Constitución para disponer de los activos de la República sin autorización previa, pudiendo devolver a los antiguos propietarios privados los medios de producción que fueron estatizados. A los capitalistas les asegura sus ganancias y para los trabajadores y trabajadoras solo ofrece posibles “compensaciones al salario”, confesando la intención de continuar desalarizando los ingresos de la clase trabajadora. Denunciamos que el denominado Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo (Mpppst) y muchas de sus Inspectorías del Trabajo, se han convertido en nidos de corrupción y pillaje, donde se transan pagos en dólares para dictar providencias y validar convenios en favor de la patronal (especialmente los fraudulentos 148 de la Lottt). De tal manera, los capitalistas llevan todas las de ganar mientras se condena a cientos de miles de trabajadores a la perdida de sus empleos y al desmejoramiento crónico en sus condiciones de vida y de trabajo. Lo anterior, aunado a decisiones ministeriales inconstitucionales, tales como los Lineamientos para las Convenciones Colectivas (memorando-circular 2792 de octubre del 2018), consolidan una indefensión laboral sin precedentes en la historia del movimiento obrero venezolano. Ante toda esa situación, el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (Fnltc) llama a la clase obrera y a todo el pueblo trabajador de la ciudad y el campo a unirnos y pasar a la ofensiva contra la destrucción de nuestros derechos y por derrotar tanto las políticas liberales burguesas que impone el reformismo entreguista, como el cerco criminal del imperialismo estadounidense y sus lacayos, levantando un Programa de Lucha por una salida revolucionaria a la crisis, con los aportes realizados por nuestro Fnlct en su 9° Asamblea Nacional realizada en julio del 2018, en coincidencia con las formulaciones del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y otras fuerzas políticas y sociales revolucionarias. Afirmamos que sí hay alternativa obrera, campesina, comunera y popular para rescatar y profundizar el proceso de cambios iniciado en 1999, pero con una dirección colectiva y revolucionaria capaz de asumir una estrategia de desarrollo de las fuerzas productivas y la industrialización del país, desmontando el poder de los monopolios y de las mafias, con el protagonismo del proletariado y todo el conjunto de las y los trabajadores de la ciudad y el campo. Nos pronunciamos por el rescate integral del salario, por la aplicación del artículo 91 de nuestra Constitución, por un severo control social sobre costos, precios y ganancias; por el respeto a las convenciones colectivas, la libertad sindical y el derecho a huelga, para fortalecer la lucha colectiva y organizada de las y los trabajadores; por establecer contraloría obrera de base sobre la actuación de las y los funcionarios del Ministerio del Trabajo, que debe ser depurado y profundamente transformado; por el fin de la criminalización y judicialización de las luchas de las y los trabajadores y del campesinado. Llamamos a luchar por imponer el control obrero, campesino, comunero y popular sobre los procesos de producción y distribución de bienes y servicios, por la recuperación y no la reprivatización de las empresas del Estado, con un modelo de gestión democrático y participativo; por un sistema tributario que peche a las ganancias y no al salario ni al consumo popular. Por la lucha contra la corrupción, con el control social sobre la gestión pública y la transparencia en todos los procesos administrativos, castigando a los corruptos sean quienes sean y confiscándoles sus bienes mal habidos. Por la nacionalización bajo control obrero y popular de todos los monopolios, en especial los del sector de la alimentación y las medicinas. Por un sistema público nacional de salud eficiente, bajo dirección colectiva de las y los trabajadores y el pueblo, contra la mercantilización de la medicina. Tal y como lo han planteado dirigentes de la FSM, las luchas de la clase trabajadora y de los pueblos hay que darlas en las calles, en los centros de trabajo, en los campos y también en las urnas electorales. En tal sentido, el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (Fnlct) llama a las y los trabajadores a participar activamente en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre para salirle al paso a la maniobra golpista e injerencista de la derecha pro-imperialista, al servicio de los monopolios yanquis y europeos, pero también con la finalidad de impulsar la elección de diputados y diputadas comprometidos con la lucha de la clase obrera y del pueblo en defensa de sus derechos y contra las políticas que sirven a la burguesía en desmedro de los intereses nacionales y populares. Precisamente, al identificarnos con la táctica de deslinde con el reformismo entreguista que domina al Gobierno Nacional, el Fnlct ha decidido hacerse parte activa de la Alternativa Popular Revolucionaria (APR) con el objetivo de acumular fuerzas, levantando las bases programáticas por una salida revolucionaria a la crisis, en una perspectiva más allá de la coyuntura electoral, apuntando hacia el objetivo estratégico de conquistar todo el poder para la clase obrera y el conjunto del pueblo trabajador. En esa perspectiva también hacemos un fraterno llamado a las organizaciones sindicales de orientación clasista, a que avancemos hacia la reunificación orgánica de nuestras fuerzas, bajo la bandera principista de la independencia y autonomía de clase del movimiento de las y los trabajadores, para oponer al sindicalismo reformista, patronal, desclasado y burocratizado, un movimiento sindical clasista, combativo, democrático, patriótico e internacionalista, legítimo defensor de los intereses de las y los trabajadores venezolanos, para pasar a la ofensiva integral, sindical, social y política contra el dominio del capital. Con esas consideraciones, asumimos la necesidad de avanzar hacia el relanzamiento de la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (Cutv), como el instrumento más consecuente de lucha sindical clasista y antimperialista en nuestro país, con el aval de una historia digna de combate contra los patronos, contra el imperialismo y sus pretensiones neocoloniales, contra el sindicalismo desclasado y por avanzar hacia la derrota del capitalismo, la emancipación de la clase obrera y la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores.

XI Asamblea Nacional del Movimiento Obrero y Sindical Clasista.

Caracas, 4 de noviembre del 2020

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