Lo Más Reciente

jueves, 22 de octubre de 2020

Revolución comunal

Emilio Hernández
CO, 22-10-2020, pág. 13. 

[Es probable que al Correo del Orinoco se le haya "chispoteado" la publicación de este artículo del Prof. Hernández, nada halagador ante la actual política económica gubernamental y frente a las actuaciones de algunas instituciones públicas claves y de ciertos funcionarios (Ndecc)]. 

Prof. Emilio Hernández. 
El gran capital tiene mucho poder en el mundo. Tiene tanto poder que obliga a las economías de vocación socialista a implementar políticas económicas de derecha, aunque no controlen el poder político.

En la última campaña electoral presidencial, la derecha ofreció la dolarización del país. El chavismo se opuso con fiereza, porque lo consideraba un exabrupto imperial que atenta contra nuestra soberanía. Todo para terminar flexibilizando el mercado cambiario y permitir un tsunami de dólares en nuestra economía, así como la fijación de todo precio en dólares y la entrada de la imagen simbólica de George Washington en nuestras vidas.

El gran capital sueña con altas tasas de desempleo, siempre que el Estado policial burgués pueda contener el descontento social. En este escenario no hay empresas compitiendo por mano de obra escasa, lo que las obligaría a pagar mejores sueldos, sino que hay obreros compitiendo por puestos de trabajo, teniendo que aceptar sueldos de miseria. La devaluación del bolívar por unos vándalos, con la aceptación del tipo de cambio vandálico por parte del Banco Central de Venezuela, condujo a la desaparición del salario como piedra angular del ingreso familiar. En la práctica, vivimos una situación de desempleo colectivo.

La reducción del pago de impuestos a los grandes capitales es otro de los sueños de la derecha más liberal.

No solamente hemos renunciado a aumentar los impuestos a los más poderosos, hemos pagado salarios de empresas privadas. Ni en sus sueños más fantasiosos la derecha esperaba que esto ocurriera.

El retroceso que hemos tenido en materia de equidad social ha sido catastrófico.

Coincido con el análisis de que todo esto se debe a la guerra económica, pero seríamos tontos si no aprovechamos esta situación para hacer cambios radicales.

Estas circunstancias, con un Estado empobrecido y con muy poca respuesta frente al capital, ha obligado a la gente humilde a rebuscarse de mil y una maneras. El salario es como si no existiera y la gente se rebusca comerciando. Algunos están produciendo, que es lo ideal.

Es ahora cuando debemos ir con todas nuestras fuerzas al Estado Comunal, independizarnos de la opresión del dinero y del salario. Me uno al severo reclamo del comandante Hugo Chávez: ¿Dónde está la Comuna? ¿Por qué no se implementan urgentemente mecanismos para promover la liberación comunal? ¿Dónde está el estímulo a la moneda comunal para el intercambio endógeno comunal? ¿Dónde están las órdenes de compra nacionales y estadales a los productos elaborados por las Comunas?

La ministra para el desarrollo de las Comunas vino a la zona rural de El Hatillo a dejar unas semillas de maíz que no sirvieron, a realizar trámites para la creación de Unidades de Producción Familiar que quedaron en nada y a grabar unos videos que sí salieron por VTV como si todo hubiese sido exitoso.

Así no avanzamos hacia el Estado alternativo, el que podría sobrevivir a un bloqueo de largo aliento.

Tomemos las medidas pertinentes y ¡venceremos!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario