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viernes, 30 de octubre de 2020

Paz y esperanza

Emilio Hernández
CO, 29-10-2020, pág. 13. 

[Por segunda semana consecutiva, desde las propias páginas del Correo del Orinoco, el Ing. Hernández le dispara a las políticas gubernamentales. Esta vez hace alusión al "librito" monetarista que aplican desde Miraflores. ¿Contamos los días que las usinas de la crítica y autocrítica oficial a conveniencia le dejarán dispararle al gobierno desde la propia trinchera de este? Osado el hombre (Ndecc)]. 

Ing. Emilio Hernández. 
No hay nada como un periodo de paz para recuperar un cierto optimismo en el futuro. La extrema derecha venezolana, que tanta violencia ha generado durante los últimos años con el auspicio de Estados Unidos, está en animación suspendida, esperando quizás los resultados electorales en ese país.

Sin embargo, la actual situación económica es insostenible en el tiempo.

Es una amenaza para la paz, aunque la oposición violenta no se active. La devaluación del bolívar sigue su rumbo, a pesar de las medidas monetarias de “librito” del Gobierno Bolivariano, medidas que no han dado ni darán resultados. No hay medida ortodoxa que funcione bajo un asedio económico de la magnitud que nos han aplicado.

Imagino que ya se estará pensando en la siguiente movida en materia de medidas económicas.

Puede ser subir el salario en un salto cuántico, como en el año 2018. Aunque es necesario que los venezolanos volvamos a tener un salario digno, subir los salarios o los bonos otorgados por el Carnet de la Patria ha demostrado ser insuficiente por el hecho de que quienes nos controlan el tipo de cambio del bolívar no dejan que los incrementos tenga el efecto deseado.

El llamado a la estabilización salarial es un clamor generalizado. Hay más consenso en este tema que en el tema de cómo hacer la cuarentena o sobre la forma en que los niños deben volver a clases. El Gobierno debe tomar nota rápidamente sobre este tema por razones de paz social.

Esta es una debilidad que la derecha sin duda tratará de aprovechar.

Hay que estabilizar el bolívar o los incrementos de salario seguirán siendo insustanciales. Nuestra mejor apuesta es hacer del petro una criptomoneda estable en términos de las materias primas que puede comprar y anclar el bolívar al petro.

Esta medida tiene incluso base en el hecho de que los venezolanos somos los dueños de nuestras riquezas minerales. Que nuestras monedas sean redimibles con nuestras riquezas puede justificarse en nuestra Constitución.

Si se decreta la paridad fija entre el bolívar y el petro y los bancos del Estado cambian bolívares y petros a esa tasa siempre, entonces los salarios en bolívares serán salarios en petros, los precios en bolívares serán precios en petros, las tarjetas de débito en bolívares serán tarjetas de débito en petros.

De modo que con una paridad fija en 10 millones de bolívares por petro, por poner un ejemplo, un sueldo de 5 millones sería exactamente igual a un sueldo de medio petro y se puede pagar en bolívares o petros, indistintamente.

Decretar la paridad fija entre el bolívar y el petro es factible monetariamente hablando, ya que el circulante en bolívares apenas equivale a una fracción de los petros ya emitidos, aun poniendo la paridad en 10 millones, un valor intermedio entre el valor de mercado y el valor nominal actual del petro.

Pasadas las elecciones de diciembre, es la esperanza lo que permitirá conservar la paz. Para tener esperanza tiene que haber un golpe de timón en las políticas económicas. ¡Venceremos!

emiliofhg@gmail.com

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