PRONUNCIAMIENTO DE LA JUVENTUD COMUNISTA DE VENEZUELA (JCV) Y EL FRENTE ESTUDIANTIL LIVIA GOUVERNEUR (FELG), ANTE LA QUEMA DE LA BIBLIOTECA GENERAL DE LA UDO – NÚCLEO SUCRE / CUMANÁ

COMUNICADO

Cumaná, viernes 5 de junio de 2020

Durante los últimos dos años, tanto la delincuencia común como la desidia de altas autoridades universitarias y del gobierno en todos sus niveles, han destruido la Universidad de Oriente (UDO) y otras instituciones similares a lo largo y ancho del país. Esta vez, los delincuentes −provenientes en su mayoría de barrios cercanos a la Universidad en el sector San Luis−, en horas de la tarde del 1º de junio del corriente incendiaron un verdadero e invalorable tesoro cognoscitivo, el que aún quedaba tirado en el piso y en total desorden en las ya destartaladas, abandonadas y saqueadas instalaciones de la Biblioteca General, contigua al Patio Central de Cerro Colorado, lugar donde ese día se deterioraron para siempre miles de libros, tesis de grado (de licenciaturas, maestrías y doctorados), trabajos de ascenso y otros textos que se encontraban allí y que resultaban relevantes en la formación de profesionales universitarios. Era un inventario cuya importancia científica se pierde de vista y que contribuyó, por más de 50 años, con muchas generaciones de estudiantes, profesores y público en general, tributando a su formación como profesionales al servicio del país.

Meses antes (7-11-19), áreas claves del Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV), único centro de investigaciones marinas en el oriente del país, de igual manera fueron incendiadas por delincuentes, individuos de nula calaña que, sin escrúpulo alguno, han jurado la destrucción total de la Universidad. Así mismo, hace poco más de un año (17-05-19), el Auditorio Central de Cerro Colorado, ubicado al lado de la Biblioteca General, se convirtió en la primera edificación incendiada producto de la sistemática vandalización que sufre el Núcleo de Sucre de la UDO. Es decir, todo un “patrón de conducta” difícil de ocultar, sobre todo ante los incompetentes y reactivos organismos policiales.

Así llegamos a mediados del 2020, sin soluciones para la trágica situación que afronta la UDO, ante todo, la principal casa de enseñanza en el oriente del país en los niveles tercero, cuarto y quinto del conocimiento científico, insustituible por otras aún en las actuales circunstancias. ¿Dudas? ¿Cuáles y cuántas de las antiguas y nuevas instituciones de educación enclavadas en el oriente venezolano pueden mostrar un Instituto Limnológico, una Estación Experimental (Boca del Río o Guayacán), un Instituto Oceanográfico de Venezuela, Instituto Sismológico, Instituto de Investigaciones en Biomedicina y Ciencias Aplicadas, escuelas profesionales de Medicina, Ingeniería, Educación, Ciencias puras y sociales, en el agro, el petróleo, los alimentos, la minería, el turismo y las disciplinas contables y administrativas? ¿Qué comparación pudiera ser pertinente en el ámbito especial de la oferta udista en maestrías y doctorados? Y es que, con todo el respeto merecido por las plantas docentes, estudiantiles y de trabajadores obreros y administrativos de otras instituciones, creadas ayer y hoy, en Venezuela hay universidades y Universidades, numerosas en ambos casos. Apártese cualquier susceptibilidad cargada de hipocresías provenientes de universidades de maletín y producto de la improvisación, del “según vaya viniendo, vamos viendo”.

En relación con una parte relevante de las Universidades tradicionales, casi todas sus autoridades se han dedicado a respaldar a la moribunda Asamblea Nacional en desacato y ahora virtual, dirigida por el “autoproclamado”, importándoles poco la situación de los cinco (5) Núcleos udistas más allá del discurso declarativo y politiquero, en un contexto de claro abandono de la institución, de defensa de la alicaída y prostituida “autonomía universitaria”, espécimen que de nada sirvió para mantener a flote a la Universidad, adosado todo ello con la conspiradera apátrida, pitiyanqui, arrastrada y lamebota que el fascismo opositor y mercenario, anti-nacional y extranjero, ha dedicado contra todo el pueblo venezolano, sin distinción alguna.

Por su lado, las autoridades gubernamentales tampoco asisten al rescate de la institución de tal forma que trasciendan los coyunturales paños calientes y la demagogia (el miércoles 2-6, en horas del mediodía, el gobernador Edwin Rojas prometía, desde el sector El Monumento, ante otras autoridades civiles, militares y en cadena regional de radio, “rescatar la UDO”). Por omisión y desinterés (o interés en ver destruida la Universidad “de Milena”) deben ser objeto, igual que las indolentes autoridades de la UDO, de las más severas sanciones penales ante el desastre en el cual fue convertida esta Universidad. No hubo Ministro del área, gobernador, alcalde, parlamentarios (varios de ellos egresados de nuestras aulas) y, en general, funcionarios gubernamentales diversos, que escucharan y actuaran, con políticas de largo aliento, permanentes, estructurales y sin interés político alguno, ante el clamor de auxilio que se escuchó, observó y leyó desde el Núcleo de Sucre, antes que nada en los últimos 20 años. Bien raspados, por ineficaces, quedaron los patrullajes “inteligentes” de policías y guardias nacionales, buenos, algunas veces, para enfrentar de forma violenta al malandraje, muy malos para prevenir siempre y evitar lo peor. En indiferencia, abandono de la gente, oportunismo y “salidas” coyunturales devinieron casi todas las respuestas gubernamentales.

Este panorama se puede adornar con la clausura de la educación gratuida por constitucional en Venezuela, esa que nos garantizó, hasta  alrededores de los años 2005 y 2010, dos y hasta tres servicios en el Comedor Universitario, hoy también en ruinas. Atrás, en el olvido y por destrucción de enemigos infiltrados dentro de la universidad, vestidos con camisa roja y apoyados por autoridades gubernamentales, luego actuando en comandita con la extrema derecha estudiantil, quedó toda una flota de autobuses que era emblema y orgullo de la Universidad; qué no decir de Bienestar Estudiantil, Fames, el sistema de Bibliotecas (General y por Departamentos o especialidad)… y si alguien se encuentra por ahí con el pasaje estudiantil, con la antigua democracia medieval practicada en las Universidades o la prometida por el actual gobierno (estas bien engavetadas en el TSJ ¡desde hace una década!), por favor, que nos las presente. Hoy la educación ha sido privatizada de hecho. Miles de docentes, investigadores y muchísimos estudiantes, sin culminar sus estudios, abandonaron la institución, tanto por motivos endosables a ella como por la profunda crisis económica y política que los monetaristas del BCV, nada ajenos al alto gobierno y como “solución” ante el bloqueo gringo, quieren resolver marcando un dólar oficial a Bs. 197.515,01 (miércoles 3-6), esto solo para mantenerlo un paso adelante del criminal papalelo y satisfacer así los groseros márgenes de ganancia de grandes, medianos y pequeños industriales, distribuidores y comerciantes ladrones (valga la redundancia), mandando al basurero un salario mínimo  que apenas suma $ 2,02 mensuales (y $ 4,05 el ingreso mínimo, que incluye la cesta tique), dramática situación que lleva al trabajador de las universidades y de todas las demás áreas de la administración pública a procurar otros ingresos “como sea”, a olvidar el apego o cumplimiento con la Universidad y a solo vivir de lamentos ante lo que fue y ya no es. El hambre no tiene “sentido de pertenencia”. ¿Algo que no se pueda ni deba calificar como política neoliberal gracias a los “favores” recibidos a través del Carnet de la Patria?

           

Camaradas, desde el Frente Estudiantil Livia Gouverneur (FELG) y la Juventud Comunista de Venezuela (JCV) en el Estado Sucre decimos que HAY QUE LUCHAR DE NUEVO. No solo repudiamos los actos vandálicos en contra de las instalaciones universitarias; los mismos perjudican a sectores de la juventud y población en general, así como a trabajadoras y trabajadores, docentes y personal de investigación del Núcleo de Sucre de la UDO. También exigimos que, sin más retaliaciones procesales, se realicen las averiguaciones necesarias,  se realicen las investigaciones necesarias y se ejecute la acción penal por parte del Ministerio Público y tribunales competentes en contra de los autores de estos hechos y se les dé castigo ejemplar.

Al mismo tiempo, demandamos acciones prontas y concretas por parte de las autoridades  universitarias de la UDO y del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria para resarcir los daños y levantar de los escombros a la Universidad de Oriente. ¿Cómo es posible construir una “Venezuela Potencia”, consigna tipo cliché de la que hace tanto alarde el gobierno nacional en todos los rincones del país, sin el concurso de las instituciones universitarias en sus ámbitos de pre y postgrado?

No guardamos esperanzas, fuera del ámbito de la lucha intransigente, ante la confiscación de las conquistas alcanzadas por el movimiento estudiantil tras décadas de lucha consecuente, pues sólo en la lucha hay garantía de futuro.

Llamamos a los jóvenes y estudiantes sucrenses a movilizarnos en unidad clasista para decirles a quienes hace tiempo se convirtieron en parte clave del problema y que hoy no representan ningún aliento de solución (autoridades universitarias y gubernamentales), ¡basta de indolencia, indiferencia, incapacidad e ineficiencia!

Frente a las cenizas del Núcleo de la UDO en Sucre, repetimos: HAY QUE LUCHAR DE NUEVO, ¡cueste lo que cueste!