Por c. Armiche Padrón*
04-03-2020
(a propósito del 150 aniversario del natalicio de Lenin y 89 aniversario de la fundación del Partido Comunista de Venezuela)
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Vladimir Ilich Uliánov [lenin] (1870-1924) |
Hay quien todavía se
impresiona de la longevidad del PCV después de sufrir las dictaduras de Gómez y
Pérez Jiménez, de haber combatido con las armas la traición de Punto Fijo y
haber sido blanco de los experimentos de la CIA en el marco de la contrainsurgencia.
De igual manera no deja de asombrar los procesos liquidacionistas que los
comunistas venezolanos enfrentamos en los 70's en el contexto de la ofensiva
internacional del oportunismo impulsado por el Imperialismo, aderezado por la
Escuela de Frankfurt y desarrollado por sus lacayos pseudointelectuales
autóctonos. A esto le debemos sumar los embates del revolucionarismo
izquierdista, de quienes creían que la Revolución en Venezuela respondía a sus
impulsos pequeñoburgueses y no de una convicción en las masas trabajadoras al
calor de condiciones objetivas, de quienes hicieron esfuerzos por aislar al
proletariado del resto de las clases negando la alianza antimperialista. Lo
cierto es que en estos últimos 20 años no ha sido poco el esfuerzo, el
sacrificio y la constancia para superar una situación objetiva en la cual los
enemigos internos y externos nos dejaron a comienzos de los 80's. A pesar de
los errores cometidos y las derrotas recibidas, el Partido Comunista mantiene
de forma militante, su tarea histórica de avanzar en el desarrollo de una
consciencia de clase en el proletariado y las masas trabajadoras para alcanzar
el Socialismo.
Para los comunistas
venezolanos la lucha contra el oportunismo adquiere "nuevos" matices
a principios de este siglo y que encuentran, en el XII y XIII (e)
congresos las pruebas de fuego más recientes del proletariado revolucionario
venezolano en medio de condiciones adversas: un liderazgo nacional empeñado en
liquidar al Partido, una fracción liquidacionistas a lo interno muy organizada
y con apoyo externo y unas condiciones económicas que ofrecían una utopía de
crecimiento en medio de una estabilidad económica impresionante.
En ese contexto dimos la
pelea, con esas condiciones cumplimos la tarea.
El XII Congreso
(julio del 2006) garantizó poner a raya a la fracción liquidacionistas y
derrotarla en su búsqueda por obtener el control de Comité Central del Partido.
Todos los recursos empleados por los liquidacionistas sucumbieron en el marco
del amplio debate dado en el Congreso del Partido, y su estado de ánimo quedó
absolutamente desmoralizado en los primeros plenos del organismo al advertir su
incapacidad por incidir en el rumbo del Partido. El carácter proletario del
Partido había superado ese obstáculo manteniendo sus principios organizativos
sustentados en el Centralismo Democrático.
Sin embargo la lectura
que se dio de parte de quienes se empeñan en la disolución del Partido es otra,
y cinco meses después se arremete no sólo contra el Partido Comunista sino que
el liderazgo nacional decreta la conformación de un Partido Único, sin que
medie el debate ni la definición del Programa del mismo. Esto significaba una
contraofensiva de mayores dimensiones e intensidad en el caso particular del
Partido Comunista: de forma abierta se "ordenaba" la
"autodisolución" de todas las fuerzas políticas aliadas en torno al
liderazgo, quien no aceptase, sería presa de la furia de las bases que seguían
al líder y quedarían como cascarones vacíos. Así se planteaban las cosas
finalizando el 2006. Ese mismo diciembre se reúne el Comité Central. Dadas las
cosas el adversario esperaba una resolución definitiva de este organismo, y
vistos los resultados de julio no era difícil esperar sino una decisión. La
decisión alcanzada en el seno del Comité Central fue todo un acto de táctica
guerrillera; se convocaba de inmediato a un Congreso Extraordinario: serían las
bases las que tomasen la decisión: la confianza en la militancia del Partido no
se ponía a prueba; ella misma demostraría su valía.
El XIII Congreso (e) celebrado
en marzo del 2007 permitió nuevamente la discusión de sendos materiales donde
se exponían los criterios de los "bolcheviques" venezolanos; desde el
aparato celular hasta las conferencias regionales pasando por las locales, toda
la militancia discutió los materiales y la mecanicista e impositiva propuesta
del líder. 8 meses después del XII Congreso, el 85% de los delegados al
Congreso manteníamos al Partido Comunista en consecución con su objetivo
histórico: la Revolución Socialista bajo la guía del proletariado.
Un tercer momento de
esta lucha contra el oportunismo, ya concretamente el externo, se vive en enero
del 2016. Tres años después del fallecimiento de Chávez el Comité Central del
Partido Comunista no puede negar que la ofensiva imperialista y el desarrollo
de gérmenes fascistoides en la escena política venezolana, se aderecen con el
desarrollo a gran escala de la corrupción y del entreguismo promovidos desde el
seno del nuevo gobierno, por lo que se planteará la orientación de Confrontar,
Deslindar y Acumular Fuerzas para Avanzar (XXVIII Pleno del Comité Central del 30 de enero),
posteriormente ratificada en el Congreso.
¿En qué consiste esta
orientación?. Es una orientación formada por varios aspectos que sólo puede ser
entendida y trabajada de forma dialéctica si se desea su concreción. Cualquiera
que trabaje algunas de sus partes desatendido al resto no puede, ni decir ni
sentir que aplica la Línea correcta de la Revolución proletaria, muy al
contrario, actúa de manera reaccionaria.
El problema parte por
entender, de manera leninista, que la política es un campo de fuerzas y no de
sueños. Que la correlación de fuerzas entre las clases y sus expresiones, entre
las organizaciones políticas y hasta entre sus "agentes", es un
problema a resolver. Y en el caso particular de un Partido Comunista, esa lucha
se da en medio de las vacilaciones pequeñoburguesas. Decía Lenin al respecto
"el reformismo pequeñoburgué , es decir, el servilismo ante la
burguesía disfrazado de bondadosas frases democráticas y "social"
democráticas e imponentes aspiraciones, y el revolucionarismo pequeñoburgués,
en apariencia temible, inflado y jactan soso de palabra, huero, prácticamente
por su carácter inconexo, disperso e insensato, son las dos corrientes de esas
vacilaciones" (1921, Nuevos Tiempos y Viejos Errores bajo Nueva
Apariencia).
Sobre estos elementos se
yergue la táctica actual de los comunistas: en un país asediado por la
contraofensiva del Imperialismo yanqui, en medio de un agotamiento del modelo
de acumulación capitalista dependiente y rentista que genera la peor crisis de
la historia venezolana, donde el techo de la experiencia reformista ya no da
más y, peligrosamente, da un giro hacia la derecha. Esta es la orientación
táctica de los comunistas: Confrontar, Deslindar y Acumular Fuerzas
para Avanzar.
¿Cuál es el objetivo?,
acumular fuerzas para avanzar, pero de forma y manera leninistas, no bajo la
aspiración de los utopistas mesiánicos del izquierdismo. Acumular fuerzas en
una clase (la proletaria) que al momento vive una gran crisis de ideología una
vez que sobrestima de forma voluntaria la importancia del individuo (el líder,
el caudillo, el mesías) y donde subestima de forma fatalista la importancia de
la clase y sólo se advierte como "masa". Acumular fuerzas dice el PCV
a la manera leninista, lo que significa que "la tarea más importante (...)
es conquistar a nuestro lado la mayoría del proletariado. (...) no entendemos
esta conquista de la mayoría de una manera formal, como lo entienden los
caballeros de la "democracia" pequeñoburguesa (...) Es posible lograr
una conquista semejante aun cuando la mayoría del proletariado vaya formalmente
tras jefes burgueses (...) o cuando la mayoría del proletariado
vacila" (Lenin -1921-; Carta
a los Comunistas Alemanes).
Para eso, los comunistas
venezolanos estamos confrontados de manera directa y abierta contra el
Imperialismo, contra los gérmenes fascistoides que se vienen desarrollando y
frente a la patronal pública o privada que atente contra los intereses de los
trabajadores; para eso, los comunistas venezolanos nos deslindamos de los
sectores socialreformistas que invariablemente irán transitando hacia
posiciones cada día más reaccionarias, y que a los ojos de las masas
trabajadoras, cada día se están distanciando del "legado" originario
del cual son entusiastas seguidores.
Un comunista que
deslinde y no confronte, desarrolla una actitud conservadora; un comunista que
confronte pero no se deslinde, desarrolla una peligrosa actitud reaccionaria.
Un comunista que deslinde y confronte pero que sea incapaz de acumular fuerzas,
es un dócil instrumento del Imperialismo, de la burguesía y del oportunismo.
Sólo sirve Confrontar, Deslindar y Acumular Fuerzas para Avanzar , como un
todo, y ello sólo es posible en el marco de una voluntad de carácter colectiva
y consciente, es decir, solo se puede desarrollar en el Partido, con el Partido
del proletariado revolucionario; ¿cómo?, volvamos a Lenin: "entregaremos
todas las fuerzas del Partido a organizarlo mejor, a elevar la calidad y el
contenido de su valor, a entablar vínculos más estrechos con las masas y a
elaborar una táctica y una estrategia más y más acertadas y exactas de la clase
obrera" (idem). Esta es la razón por la cual desde agosto del 2015 el
PCV acordó la Ofensiva Ideológica, Política, de Masas, Máximo Impulso
Orgánico y Amplio Despliegue Internacional (XXVIII Pleno del Comité
Central) a fin de garantizar un salto en los niveles organizativos del Partido.
¿Es definitiva esta
línea trazada por nuestro XV Congreso (junio 2017)?, para un leninista
"si el Partido, además de llevar a la lucha a sus militantes, consigue
poner en pie a los sin partido, esto es ya el comienzo de la conquista de las
masas". Por tanto, entendemos los comunistas venezolanos que al Avanzar,
mantenemos claridad y nos aferramos a nuestros objetivos y principios:
avanzamos hacia el Socialismo como fase transitoria hacia el Comunismo.
*Secretario Político del CR-Sucre del PCV,
Miembro del CC-PCV y Profesor Universitario.
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