Del saludo

Armando Carías,

En: El Especulador Precoz,

Ciudad Caracas, 3-4-20,

N.º 470, año 9, pág. 2.

Armando Carías

Los venezolanos somos personas muy sociables, que nos encanta estar saludando, abrazando y dándole besos a todo el mundo.

En tiempos del coronavirus, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y aplicando nuestro sentido común, hemos dejado de hacer eso hasta que todo vuelva a la normalidad, y podamos otra vez amapucharnos con quien nos dé la gana.

Mientras tanto, disciplinadamente hemos venido practicado los seis saludos a distancia sugeridos: el “codo a codo”, el “japonés”, el “rocker”, el “apache”, el “militar” y el “tailandés”; todos efectivos para mantener cariñosamente a raya a quienes deseamos demostrarles amistad y afecto “desde lejitos”.

Sin embargo, ninguno de esos saludos se parece a nosotros, ni expresa la idiosincrasia de un pueblo poco dado a los fríos saludos ilustrados en volantes y folletos.

Por eso, en el deseo de sumarnos a la campaña difusora de modalidades de saludos que eviten el contagio, ofrecemos algunas alternativas mucho más autóctonas y en apego a nuestras costumbres:

— Saludo amoroso: nalgadita suave y delicada, sin caer en el abuso [¡CUIDADO!].

— Saludo motorizado: haciendo el caballito como quien pica cauchos en el semáforo.

— Saludo perro caliente: abriendo la boca al máximo, en actitud de entrarle a “uno con todo”.

— Saludo CLAP: simulando llevar la caja en el hombro.

— Saludo borracho adeco: fingiendo revolver el whisky con el dedo.

— Saludo bachaquero en carrera: como recogiendo la mercancía cuando llega la guardia.

— Saludo salta talanquera: brincando sin ver para atrás [EL PREFERIDO DE ISMAEL GARCÍA].

— Saludo redes sociales: hipnotizado ante la pantalla de un celular imaginario, ignorando a quién se saluda.

— Saludo con el mazo dando: sugiriendo el movimiento de darle a la derecha maltrecha un palazo por la cabeza.

— Saludo corazón llanero: zapateando o escobillando ante quien se saluda.

— Saludo Guaidó: bajándose los pantalones y mostrando el trasero [MÁS CUIDADO TODAVÍA!].

— Saludo patriota: levantando el brazo izquierdo, con el puño cerrado y el rostro firme, en actitud victoriosa.

— Saludo chavista: golpeando la palma de la mano derecha con el puño de la izquierda, en contundente señal de valentía y fortaleza.

Esperamos que estos modelos de saludo le sean de utilidad, no solo para sobrellevar la situación, sino también para afianzar su identidad, reforzar sus valores y chalequear a sus amistades escuálidas.

Ndecc: no sé por qué a Armando se le olvidaron otras "señas", muy al caso dependiendo del contexto y de los interlocutores. Seguro ocurrió por un asunto de espacio. Estas otras también pudieran sumarse a su propuesta. Como ya hemos dicho antes, "¡cuidado!":