PASQUALINA CURCIO
portalalba.org, 9-3-20
Dra. Pasqualina Curcio |
No había comenzado la Revolución Bolivariana cuando ya se escuchaba el cuento del “fracaso del modelo socialista bolivariano en Venezuela”. Dicen los cuenta cuentos, que el modelo económico aprobado mediante votación popular, y consagrado en la Constitución en 1999, ha llevado a los venezolanos a la pobreza, la miseria y el hambre. Afirman que todo ha sido culpa de Chávez.
Debemos precisar un par de asuntos:
1) En Venezuela, a pesar de que durante estos 20 años de Revolución hemos avanzado hacia un modelo justo e igualitario, aún no hemos alcanzado el socialismo. La producción y distribución de bienes y servicios siguen estando principalmente en manos del sector privado. El 1,3% del total de la población, nos referimos a la burguesía transnacionalizada, dueña de los medios de producción, todavía se sigue apropiando del 41% de la producción nacional a través de la plusvalía. Ese mismo 1,3% se sigue apropiando, cual parásito, de las divisas que ingresan por concepto de exportación de petróleo, que desde 1976 se supone es de todos los venezolanos. Según datos del BCV, han recibido US$ 419.913 millones entre 1999 y 2018, un promedio de 21.000 millones de dólares anuales, de los cuales han repatriado a sus casas matriz US$ 99.943 millones y sus cuentas bancarias en el exterior aumentaron US$ 150.458 millones durante el mismo período.
2) Al igual que ha ocurrido en todos los intentos históricos de avanzar hacia el socialismo, el imperialismo, sintiéndose “inusual y extraordinariamente amenazado” ha reaccionado con sabotajes, bloqueos, embargos, agresiones económicas y ataques a las monedas, buscando impedir el avance y consolidación de este modelo alternativo al capitalismo. No es algo que estemos contando novedosamente nosotros, ese cuento lo echó antes Margaret Thatchert, en 1991, cuando confesó que la URSS era una amenaza económica para el mundo occidental motivo por el cual, dicho por ella, “adoptaron medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas”.
Los logros alcanzados durante la revolución bolivariana comenzaron a verse afectados con las acciones de la guerra no convencional intensificadas en 2013 luego de la desaparición física del Comandante Chávez. El desabastecimiento programado y selectivo de alimentos incidió sobre los niveles de alimentación y nutrición del pueblo venezolano, así como el ataque a la moneda que ha inducido la inflación afectando el poder adquisitivo, consumo y producción en Venezuela.
Igualmente, el bloqueo financiero y el embargo comercial mediante el cual EE.UU. ha impedido importar insumos, materias primas y repuestos para la producción, además de alimentos y medicamentos para la población han revertido los avances de la revolución bolivariana. En términos gruesos, el impacto de esta guerra económica contra el pueblo venezolano y contra la revolución bolivariana asciende a US$ 120.000 millones, lo que equivale a un año entero de producción, o a 26 años de importación de alimentos y medicamentos para toda la población venezolana, o al pago de toda la deuda externa.
Por culpa de Chávez, a pesar del asedio imperial, del sabotaje a PDVSA en 2002, del paro general en 2003, del golpe de Estado, de las guarimbas, de las acciones de desestabilización casi a diario; y a pesar de que la burguesía transnacionalizada no ha dejado la mala costumbre de apropiarse de las divisas que no son suyas sino del pueblo entero, Venezuela, por ejemplo, fue declarada territorio libre de analfabetismo en 2005, a escasos 5 años de haber iniciado la revolución. Logro que en 40 años nunca alcanzaron los gobiernos de la IV República.
La pobreza extrema por ingresos disminuyó 70% entre 1999 y 2012 en contraste con el incremento de 132% de dicha pobreza entre 1980 y 1998. En 1998, el 21% de los hogares estaba en pobreza extrema y descendió a 7% en 2012. Fue también culpa de Chávez que la economía venezolana creciera 56% entre 1999 y 2013 y el desempleo disminuyera 51%: la tasa de desocupación pasó de 15% en 1998 a 7,4%, en 2013. El responsable también fue Chávez.
Las muertes por deficiencias de nutrición de niños menores de 1 año disminuyeron 86% entre 1998, año en el que fallecieron 416 niños por esta causa, y 2012 cuando, lamentablemente, murieron 76. El consumo de alimentos llegó a alcanzar niveles de 3.221 kilocalorías diarias por persona en 2011. En contraste, el promedio de consumo de alimentos, medido en kilocalorías diarias fue 2.372 entre 1990 y 1998. En 1989, sin asedio, ni guerra económica, ni bloqueo, ni embargo, se llegó a consumir 2.187 kilocalorías por día, niveles considerados de hambruna por la FAO. La desnutrición disminuyó 90%, entre 1999 y 2012: pasó de 21 en 1998 a 2 en 2012.
Por culpa de Chávez los hogares con niños entre 7 y 12 años sin acceso a la educación, disminuyeron 66%. En cuanto a la condición de hacinamiento, ésta disminuyó 45%. Fue exclusiva responsabilidad de Chávez que en 1999 se revirtiera la privatización de la seguridad social, la cual había sido aprobada en 1999 durante el gobierno de Rafael Caldera. Cuando inició la revolución bolivariana, el número de personas de la tercera edad que recibía la pensión era sólo 387.007. En 2018, es el 100%, 4.535.901 de abuelitos, recibe su pensión equivalente, además, y por mandato constitucional, al salario mínimo.
Venezuela fue el país que, a pesar del asedio, logró alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de Naciones Unidas en el menor tiempo. También Chávez fue el culpable. Chávez disminuyó 19% la desigualdad versus el aumento de 18% que se registró durante la Cuarta República; aumentó la producción del sector público 54% versus el aumento del 35% del sector privado; disminuyó 55% los hogares en viviendas inadecuadas; aumentó 1159% el número de niños que reciben tres comidas al día en las escuelas; hasta envió tres satélites al espacio.
Hay quienes cuentan que los logros alcanzados en revolución se debieron al aumento de los precios del petróleo que derivó en un crecimiento de la producción nacional, pero cuando comenzaron a disminuir dichos precios a partir de 2013, también comenzaron a revertirse los logros alcanzados.
Ciertamente aumentó la producción nacional 57% desde 1999 hasta 2013; en buena parte debido al aumento de los precios del petróleo. Pero, también es cierto, y no lo cuentan, que durante la IV República, entre 1980 y 1998, el producto interno bruto nacional aumentó 52%, no obstante, la pobreza general, en lugar de disminuir, aumentó 149%. Tampoco cuentan que, a partir de 2013, no sólo comenzaron a disminuir los precios del petróleo, sino que, sobre todo, inició una arremetida contra el pueblo venezolano, en el marco de la guerra económica.
Son innumerables los ejemplos de cómo en revolución, sólo por la vía del uso más humano de los ingresos petroleros, sin llegar a ser todavía un modelo socialista y en el contexto de un ataque sin tregua dirigido por el imperialismo más poderoso y criminal nunca antes conocido en la historia, se logró saldar una parte importante de la gran deuda social heredada de los gobiernos puntofijistas. Sin lugar a dudas, toda la culpa es de Chávez.
En homenaje al Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana a los 7 años de su partida.
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